martes, 6 de octubre de 2009

Y cómo es #Cincinnati?


Cincinnati...el nombre no le viene de ningún cacique pre-conquista de la zona, sino que honra al legendario dictador romano Cincinnatus, que fuera nombrado en momentos de peligro y en cuanto derrotó a los enemigos de turno renunció a su cargo dictatorial y se fue a su casa. Flor de ejemplo, no? Cómo lo extrañamos!

Gracias a la insistencia de Gloria, el domingo justo antes de venirnos, nos tomamos unas horas de franco de la visita familiar y, luego de típico desayuno y misa, enfilamos para... el CENTRO!

Por autopista llegamos en más o menos una media hora, seguro que es un poco menos para algún oriundo, pero no está nada mal para un turista.

Se nota que la ciudad está construída sobre pequeñas colinas, desde la autopista se ve todo ondulado y muy verde. Llama la atención la cantidad de iglesias que se ven, lo que se explica por ser una ciudad con importantes aportes inmigratorios, sobre todo alemanes e italianos... dicen que hay mucha arquitectura italiana en la ciudad.

Ya llegando al centro propiamente dicho, vimos muchísima gente caminando, pero muchísima... hombres, mujeres, chicos, de toda edad y condición, infaltablemente con remeras y gorritos rojos... era día de PARTIDO! Todos se dirigian al estadio ubicado frente al río... el rojo es el color de uno de los equipos locales de beisbol, no sé cual sería el del rival pero el rojo era dominante, por lo menos en la calle!

Lo que queríamos era ir al centro. Para llegar, debimos primero sortear esta multitud. A cada cuadra, varios estacionamientos ofrecían tarifas especiales para toda la tarde del partido... pero sólo queríamos estar un par de horas! Seguimos avanzando... hasta que nos topamos con calles cerradas... había una fiesta en una de las calles principales!

Se ve que hacen cosas para mantener con gente el area del microcentro los fines de semana. Aquí el estacionamiento se ofrecía por el día para la fiesta... 8 dólares en la primera cuadra.... 6 dólares a dos cuadras... a 3 cuadras de distancia encontramos uno por 4 y allí lo dejamos.


La fiesta era gastronómica, algunos restaurantes de la ciudad habían puesto quioscos donde vendian sus creaciones... otros quioscos anunciaban cervezas... también había shows en vivo, todo muy familiar. Lo que me llamó la atención era la cantidad de baños químicos, la muy discreta vigilancia de la policía, y algunas personas con trajes típicos...


Dimos unas vueltas, pero con el calor y de tanto ver a la gente comer, decidimos hacer un alto en un restaurante para restaurarnos.
Y, con ésto ya nos pasamos dos o tres horas... hora de ir volviendo.

Vimos lo suficiente para apreciar una ciudad bastante grande (la ciudad sola unos 250.000, con su zona unos 2,5 millones de habitantes), edificios antiguos y modernos, bastante vida cultural...

 

pero para otra visita quedan los parques, zoos, botánicos, museos.... que dicen son muy buenos.
De todas maneras nos sacamos el gusto, y nos volvimos con una idea... y las ganas de volver, cosa que haremos con seguridad!


Al día siguiente, ingeniería de valijas, a mi cargo...y al otro, tomamos el avión de vuelta a Buenos Aires.

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