#Challhuaco
Casi no hay excursiones allí.
Queda al sur, y tiene el único refugio de montaña adonde se puede llegar en auto.
Pero si no se sabe dónde está, es difícil llegar al Chall-Huaco. Un rincón del Parque Nacional Nahuel Huapi realmente único.
Hay que tomar la circunvalación, desde el sur hacia el aeropuerto, al rato un miserable y ambiguo cartelito indica que hay que entrar por un camino de ripio, mal mantenido y con varios puentecitos de madera que uno no sabe si aguantarán el paso del auto o no. Luego de unos pocos kilómetros, se comienzan a ver formaciones rocosas interesantes y bosques, y algunas zonas incendiadas hace unos pocos años que están recuperándose.
El lugar es maravilloso. Bosque de lenga, y abajo todo, todo amancay. Enero y parte de febrero es época de floración, así que una alfombra amarilla tendida bajo las lengas nos recibe y por allí caminamos horas.
En esta zona del parque vive una especie endémica (existe sólo aquí), la ranita del Chall-Huaco. Tuve suerte de ver varios renacuajos en un arroyito.
Hay varios senderos, fáciles y de los otros, generalmente tomamos uno intermedio, el del 'Valle de los Perdidos', que termina en una zona alta con vegetación de estepa de altura, muy, muy interesante.
Es increíble que en un lugar donde sólo se ven piedras, y muy expuesto a frío y vientos fuertes, la vida puede ser tan pródiga en especies vegetales. Obviamente y aunque no se los vea mucho, hay insectos, reptiles y aves.
También hay un sendero específico, más alto y más difícil, para visitar otra zona de estepa de altura. Lo hice una vez pero Gloria prefirió volver y esperarme en el refugio.
Aqui sí que nos vienen bien nuestros bastones de trekking, que hemos adoptado desde el año pasado.
Nunca dejan de asombrarme, no sólo los contrastes en los paisajes, sino también la vida que se manifiesta por todos lados, por más estéril que parezca el lugar.
Camino como un chico, con los ojos bien abiertos... al final, siento que toda la creación habla de Él, porque Él es quien la ha hecho.
Como dice el poeta místico,
Mil gracias derramando
pasó por estos sotos con presura,
y, yéndolos mirando,
con sola su figura
vestidos los dexó de su hermosura.
Luego de la caminata, un buen almuerzo o merienda en el refugio... quizá un par de horitas de lectura a la sombra de alguna lenga o al solcito si está fresco.... nos volvemos con los ojos llenos de naturaleza y una paz muy especial.
Grandioso espectáculo, gratuito y muy poco conocido. Quién sabe, quizá sea una suerte.
PS: el 13/10/2014, el refugio Neumeyer, el único del Club Andino Bariloche al que se podía llegar con auto, amaneció incendiado. Al parecer un grupo de encapuchados, luego de reducir a la pareja de cuidadores, procedió a quemarlo. También al parecer, el grupo se autodenomina Puel Mapu y reivindica la propiedad de esas tierras para su comunidad mapuche. Si es así, se trata de una muestra de infantilismo nazionalista detestable.
Nada me gustaría más que poder publicar que esto no es cierto. Espero que este atropello sea aclarado, y pronto.
PPS: en 2015 se instalaron 3 carpas geodésicas para proseguir con las distintas actividades del refugio. No son tan lindas como la vieja construcción, que guardaba recuerdos de generaciones... quizá algún día podrán reconstruirlo.
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