#neuquén
Podríamos seguir hablando de los muchos lugares hermosos que hay para ver y disfrutar en la zona de #Bariloche, pero siento que tengo que darle un corte al racconto de este año porque si sigo así casi llegaremos al próximo viaje. De manera que me guardo cosas para ir comentando en el futuro, y ahora pasemos al regreso.
A mi me gusta manejar, pero no demasiadas horas seguidas. Por otra parte, también nos gusta disfrutar del viaje en sí, como dicen, half the fun is getting there. Así que hace ya bastantes años que nos tomamos dos días y medio para ir o volver, haciendo dos paradas.
Así que, luego de acomodar por enésima vez todos los bártulos en el baúl y el asiento trasero, y ya con el aire acondicionado y el vidrio arreglados, salimos tranquilos desde Bariloche hacia #Neuquén.
Toda la primera parte es fantástica, siempre a orillas del rio Limay, cuyas aguas azules contrastan con el amarillo de la estepa o las rocas. Esta zona es muy linda para un picnic, siempre que se encuentre algún lugarcito a orillas del rio que no haya sido devastado anteriormente por otros ciudadanos en busca de recreación. Llegamos al Anfiteatro, una curva del rio donde se puede estacionar y quedarse admirando la maravilla del paisaje.
Seguimos hasta llegar a la confluencia con el rio Traful, donde hay un ACA y es parada casi obligada para estirar las piernas. Si contamos con tiempo y estamos en horario, enfrente está la hostería 'Virgen de las Nieves' donde la trucha es realmente memorable!
Un poco más y llegamos al cruce del rio Collón Curá... de allí en adelante, hacia el Oeste, tenemos una visión fantástica del Volcán Lanín. El paisaje se va poniendo cada vez más seco, y abandonamos la orilla del rio... finalmente alcanzamos la pequeña localidad de Piedra del Aguila. Hemos conocido la represa y hecho picnic en el balneario del pueblo, muy bonito... esta vez simple sanguchito en una estación de servicio porque no queremos demorarnos demasiado. Pasamos por el lago Ramos Mexía, formado por la represa de El Chocón, enorme y azul.
Le tengo una sorpresa preparada a Gloria... en vez de alojarnos en Neuquén en algún lugar sobre la ruta, nos internamos en la zona frutícola y a unos 30 km al norte de Cipolletti, finalmente llegamos a una chacra que ofrece estadía. Me la habían recomendado unos amigos de Bariloche, pero esta vez la realidad superó a las expectativas.
Esta quinta pertenece a una familia que ha cultivado manzanas, y últimamente peras, por muchos años... hasta que se cansaron y retiraron. Se quedaron con unas hectáreas y la casa, y ofrecen alojamiento y comida.
La pareja encantadora, el señor de familia escocesa, su padre trabajó para Mr. Dunlop en Malasia y por problemas de salud de su madre (malaria) decidió cambiar de aire y venirse a cultivar una chacra en la zona. En esa época las empresas concesionarias de los ferrocarriles vendían las tierras que les habían adjudicado en pago.
De chico lo mandaron, como a muchos otros, pupilo a un colegio inglés en La Cumbre (Cba.)... a los 13, pupilo a Inglaterra para hacer el secundario... según él, chocho de la vida.
Las anécdotas que se cuentan en la zona son siempre interesantes, y si además se cuentan con gracia, resulta que quedarse en este tipo de lugares es la mejor opción. Tomamos el té (a la inglesa, con la señora que nos iba untando las tostadas con manteca y mermeladas varias).
Luego nos llevaron a darnos un baño al rio Neuquén, donde nos tirábamos un un lugar con cámaras para flotar, y nos iban a buscar unos cuantos cientos de metros más abajo... increíble, un paraíso!
Luego de una ducha, picadita con bebidas en el porche y luego la cena. Ocupamos habitaciones muy prolijamente mantenidas, y al día siguiente un muy buen desayuno.
Compartimos las comidas con los dueños de casa y una familia en viaje de ida al sur, muy agradable. En resumen, es un lugar para recomendar, y así lo he hecho con varios amigos... si alguien quiere más datos, se los mando por email.
Desde Cinco Saltos seguimos luego hacia el norte, hasta Colonia 25 de Mayo (allí tuvimos un sobresalto porque no había gasoil en el ACA, tuvimos que ir hacia atras al pueblo y luego de visitar dos o tres estaciones sin resultado, cuando yo me imaginaba cómo sería quedarme allí hasta que llegara el camión tanque, conseguimos el tan preciado líquido. Un baño de humildad para mí, que me vanagloriaba de que nunca me había pasado esto en toda la Patagonia).
Qué podemos decir de la ruta Conquistadores del Desierto? Larga, recta, calurosa, desierta... la vegetación ahora incluye espinillos de diverso tipo y algún caldén.
TIP: Luego de Gral. Acha, doblamos al norte pero en vez de seguir hacia Santa Rosa tomamos por la 18 hasta Macachín y de ahí por la 1 hacia el norte empalmando con la ruta 5 en Lonquimay. Este desvío lo describo con detalle porque el paisaje es estupendo, se empiezan a ver campos verdes, muy poco tránsito y muy buen camino, vale la pena.
Llegamos a nuestra última parada, en Trenque Lauquen. Nos encanta visitar estas pequeñas ciudades de provincia, donde el ritmo es tan distinto... por lo menos para estar una noche!
Al día siguiente, camiones, camiones y camiones... es una etapa corta y llegamos a casita.
Bueno, fin del viaje de este año...espero poder seguir completando y empezar a cumplir mis deudas conmigo mismo con todo lo atrasado que tengo.
Gracias por la paciencia!
¿De qué paciencia estás hablando, Enrique? La única paciencia es para esperar tu próximo envío...
ResponderEliminarGracias, Fer... medallón de oro por leer hasta la última línea! Un abrazo!
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