martes, 6 de abril de 2010

Grageas de #Bariloche


Nos gusta #Bariloche. Es generalmente nuestro último destino cuando visitamos el Sur. Un lugar donde relajarse, descansar, caminar, leer... un lugar verdaderamente encantador. 
En lo que sigue habrá algunas críticas, pero eso no disminuye mi amor por el lugar.
Uno de mis lugares en el mundo.

La ciudad y la limpieza.
Se ve bastante basura, especialmente papeles que el viento lleva y nadie recoje. Han resuelto poner un cerco de media sombra alrededor del basural cercano a la ruta al sur, con lo cual ha mejorado algo, en esa zona, el problema de las bolsitas de plástico voladoras.
Los vecinos con los cuales pude hablar, mencionan la inacción municipal, en éste y en otros temas, como uno de sus mayores problemas.


El Centro Cívico.
Alguna vez fue un orgullo. La idea de sus constructores, en 1940, fue dotar a la ciudad de un centro de referencia para promoverla al gran turismo... en 1987 fue declarado Monumento Histórico Nacional.
Su estado edilicio es más o menos aceptable, aunque algunos edificios podrían tener un lavadito de cara, como el que se le está haciendo al de Parques Nacionales, que está a una cuadra.
Su plaza central siempre fue un centro de encuentro para grupos estudiantiles, mochileros o cualquiera que necesitara fijar un punto común.
Pero ha variado su espíritu. Los mochileros ya no son novedad. Se ve mucha gente, pero que no tiene nada definido que hacer ni esperar. El aseo es un recuerdo. Hace años que se construye, en cualquier estilo, propiamente al lado del Centro Cívico. No lo digo sólo por el edificio que se ve en la foto, que no es tan alto y disimula con un techito, pero el monstruo del otro lado (innombrable) es una verguenza.
Y lo que da ganas de llorar, es el estado en que el Estado tiene al monumento a Roca...




El Museo de la Patagonia.
En el Centro Cívico, es chiquito, accesible y muy interesante. Un poco ruidoso por los pisos de madera, especialmente si hay chicos...
Vale la pena invertir un par de horas aquí. Claro que en un día lluvioso, se llena, y en uno lindo, no dan ganas...

Barrios.
Bariloche ha crecido mucho tanto hacia el este (la entrada por el Limay, que antes era zona de quintas) como hacia el qeste (para el lado de Llao Llao). Se aprecia algo recorriendo el camino principal, pero es impresionante si uno toma por cualquier calle transversal en ese recorrido, a izquierda o derecha.
Hicimos algunas entradas en el camino a Llao-Llao, y hay lindos sectores residenciales por todos lados.

Pinos.
Los pinos son árboles de crecimiento rápido, por eso los plantan en todo el mundo. No sólo como explotación forestal, sino también para valorizar rápidamente terrenos, cortar los vientos, etc. A pesar de sus ventajas, a mi ver tienen dos grandes desventajas: una, que al ser especies foráneas y colonizadoras, rápidamente se expanden por donde uno no quiere, desplazando a las especies nativas, que son las que se supone que los parques nacionales están para proteger. El otro inconveniente, estético-urbanístico, es que en pocos años, tapan las vistas. Hoy es raro el lugar de la ruta a Llao-Llao donde se pueda ver el lago Nahuel-Huapi, comparado con, digamos, veinte años atrás. Y a veces, parece que se hace a propósito, para que la gilada no mire... vean sinó, los pinos creciendo como cerco entre el hotel Llao-Llao y la capilla San Eduardo.


En unos añitos, ya no se podrá ver el Tronador desde esta capilla... hay derecho?

Altas, bajas y modificaciones. 
Este párrafo lo escribo especialmente para todos los amigos que cuentan con alguna de mis guías de viaje, donde he mencionado estos establecimientos. Les aclaro que no es que piense que la renovación es mala... lo que pasa es que las bajas son más sentidas porque son lo que uno ya conoce, y las altas hay que investigarlas, y luego aprobarlas...

* La hostería El Retorno, en el lago Gutiérrez, parece haber desaparecido como tal, aunque la propiedad está impecable y parece un club privado. Sensible pérdida porque allí solíamos bajarnos una 'canastita' de panes y scones caseros, acompañando un rico té y mirando el lago... y se añade a las que en años anteriores sufrimos con lo de Doña Clota y La Rosellana, ambas devenidas casas particulares.
* Este fenómeno parece estar muy extendido... una hostería, o cabañas, o casa que funciona como servicio turístico acepta una oferta imposible de rechazar y cierra, convirtiéndose en casa particular. Son los vaivenes del mercado, por lo menos así se conservan las construcciones.
* También se ven mucho cabañas sin nombre... se alquilan en forma particular, no aparecen en los listados... especialmente en los barrios.
* La pequeña y tradicional Dulcería Suiza ha desaparecido.
* Okelkash, es una (muy) pequeña panadería/confitería en el km 14.3, donde sirven el té y hay muy buenos scones, además de baratos... por fin una buena noticia.
* Amancay, un tradicional hotel en Llao-Llao, pertenece al sindicato de Luz y Fuerza. Un cartel en su entrada anuncia: casa de té...entramos a ver pero, siendo un gran hotel, nos quisieron servir en un gran comedor...muy frío, total falta de ambiente, sin vista...rajamos urgentemente. Lástima, porque el lugar es excepcional.


(algunas cosas pueden haber cambiado para mejor, otras para peor... hace un tiempo que no visito este lugar. Tengo que volver)

Algunas fotos más de Bariloche:

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