No podía ser de otro modo: luego de la lluvia, el día en que nos vamos de Angostura hacia Bariloche es hermoso: franco de sol, y fresco. Me detengo unos minutos en la gomería y hago arreglar una goma que tenía un clavito.
Vamos paseando, el camino vale la pena. Atisbamos el Tronador!
Luego de los últimos kilómetros, aparece el lago Nahuel Huapi... nunca deja de impactar la vista de Bariloche y sus montañas, los cerros López y Catedral... especialmente cuando ha nevado.
Nos instalamos en la cabaña que habíamos reservado, la misma del año pasado... muy cómoda, dos plantas con dos baños! Nos acomodamos para pasar dos semanas de descanso!
Mantengan la sintonía! Ya continúa...
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