martes, 18 de octubre de 2011

Fátima



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Decimos adiós a Coimbra, con cierta melancolía. No hemos estado mucho tiempo ni visitado muy a fondo, pero sí hemos tenido la suerte de respirar el ambiente y escuchar la música... es bastante.
Resultó ser verdadero aquello de Coimbra tem mais encanto, na hora da despedida... ahora lo sentimos!

Tomamos la autopista rumbo a Fátima.
Escuchando buena música y comentando las instancias del viaje, en un rato llegamos.

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En los años de la primera guerra mundial, Fátima era un pequeño poblado, cerca de Ourém.
La actividad rural ocupaba a casi todos sus habitantes.



El 13 de mayo de 1917, tres devotos pastorcitos: Lucía Santos (10 años), y sus primos Jacinta (7)  y Francisco (9) Marto, volvieron a sus casas con una increíble noticia: habían visto a una 'Señora más brillante que el sol' en una encina, y ella les había hablado. 

La historia no convenció a los mayores, pero los chicos se mantuvieron en sus trece, y, en el mismo día del mes de junio, contaron haber recibido tres mensajes de la Señora. El primero: habría una segunda guerra mundial; el segundo, que Rusia rechazaría a Dios; y un tercero, que fue registrado por Lucía y según ella tenía el carácter de secreto, por lo que no lo reveló. (abierto por funcionarios de la Iglesia Católica en 1960, su contenido fue revelado recientemente y tenía que ver con el atentado que sufriría un Papa).

A pesar de los esfuerzos por tener tapado el asunto, que incluyeron incluso la detención policial de los tres niños, ellos siguieron sosteniendo su historia. Las noticias corrieron velozmente y en los meses posteriores, cada vez se reunió más gente los días 13. La Señora efectuó 6 apariciones a los niños, hablándoles y dejando mensajes exhortando a la oración y la Paz. La última fue el 13 de Octubre, durante la cual la Señora les comunicó que ella era la 'Señora del Rosario' y les pedía que hicieran allí una capilla. Luego, unas 70000 personas asistieron a lo que después se llamó el 'milagro del sol'. Según muchos de los concurrentes, el día estaba lluvioso, pero en un momento se abrieron las nubes y el sol pareció girar sobre sí mismo y agrandarse. Aunque sólo los tres niños vieron a Nuestra Señora.

Jacinta y Francisco fallecieron en 1919 y 1920, víctimas de la epidemia de gripe (influenza) que azotó Europa luego de la Gran Guerra. Fueron beatificados en el año 2000.
Lucía abrazó la vida religiosa, viviendo primero en España (donde la Virgen se le apareció tres veces más), y terminando sus días en Coimbra, Portugal, donde falleció en 2005.
Los tres descansan en la Basílica de Fátima.

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Una pequeña capilla se construyó en el lugar de las apariciones, con poca suerte pues fue dinamitada por desconocidos en 1922. La encina desapareció, y hoy un pedestal de mármol en la nueva 'Capilla de las Apariciones' marca el lugar donde estaba.

Con el tiempo Fátima fue convirtiéndose en uno de los más grandes Santuarios Marianos.
En 1953 fue consagrada la Basílica del Rosario, y en 2007 la Iglesia de la Santísima Trinidad.
Gracias al movimiento generado, el pueblito se convirtió en ciudad en 1997. Hoy vive casi exclusivamente de los servicios brindados a los peregrinos y a las órdenes religiosas.

Los días 13 de cada mes, especialmente en Mayo y Octubre, verdaderas multitudes se congregan para venerar a la Virgen de Fátima.

Desde el día anterior comienzan a llegar los peregrinos en ómnibus, autos, carros tirados por burros, caminando... incluso muchos hacen los últimos metros de rodillas. (para éstos hay un pavimento de mármol más alisado). Se alojan donde pueden, o acampan. Al día siguiente la imagen de la Virgen es paseada entre la multitud, en un mar de pañuelos blancos.


Como nosotros llegamos un martes, no 13, el lugar estaba relativamente tranquilo. El estacionar no fue tanto problema, y pudimos hacerlo más o menos cerca del Santuario.

Al entrar en la plaza, nos impresionan dos cosas: el tamaño de la explanada, que dicen que es más grande que la Plaza de San Pedro, y también el color... todo es inmaculadamente blanco. Ordenado, limpio y prolijo.


Vamos primeramente a la Capela das Apariçoes, que es un recinto abierto bajo techo donde se celebran Eucaristías y otros actos litúrgicos, y que proteje en su interior a la capillita, réplica de la original. Allí participamos de la parte final de una misa.


para luego seguir hacia la gigantesca Basílica del Rosario, que domina un extremo de la explanada. En estilo neoclásico, tiene una torre central de 65 metros de altura, y dos columnatas con estaciones de la Via Sacra en azulejos, coronadas con esculturas de los santos portugueses.





En el interior, blanquísimo y frío, descansan los pastorcitos...





Seguimos caminando por la explanada y llegamos a la Iglesia de la Santísima Trinidad. Inaugurada en 2007.

El exterior impacta por sus sobrias líneas contemporáneas.




Ya en el interior, aumenta la impresión favorable: a pesar del enorme tamaño (caben 8663 personas cómodamente sentadas), uno no se siente abrumado. El color crema de la piedra, detalles blancos, mobiliario en haya y cerezo, la mínima decoración, todo hace a un conjunto muy logrado, a mi juicio.



El piso tiene una suave inclinación para que todos los presentes (y los que siguen los eventos por tv) tengan una visión clara del presbiterio... en el que caben, llegado el caso, 100  concelebrantes.


Sorprenden otras características técnicas... aire acondicionado, nivel de luz constante (mezcla luz del exterior y artificial) de acuerdo al tipo de celebración, tratamiento acústico... y el techo está preparado para recibir, en un futuro, paneles fotovoltaicos.


El diseño y las obras de arte complementarias han sido realizados por diferentes artistas en un esfuerzo internacional.

Este edificio recibió bastantes críticas por su estética, pero a nosotros nos pareció muy hermoso, muy sobrio y a la vez muy alegre... transmite paz sin imponerse ni desviar la atención de lo principal, que es lo que está pasando en la zona del altar.

Yo particularmente pienso que todo el conjunto es una metáfora visual de la Iglesia, con su parte tradicional y su contraparte siglo 21... tradición y novedad... acelerador y freno.

Luego de merodear un poco más, sacando las últimas fotografías, salimos hacia las calles cercanas, dedicadas mayormente a la venta de artículos religiosos. Todo muy prolijo y organizado.



Compramos algunos recuerdos... pero no podemos encontrar por ningún lado una réplica de la Cruz Alta del santuario... sólo hacen cosas más o menos tradicionales.

Pasando de la mística a la mástica, encontramos enseguida un barcito donde el consabido sandwich de presunto nos sabe a gloria... nunca mejor dicho!

Ya es hora de partir... no nos alojaremos aquí en Fátima sino que iremos a visitar el famoso Convento de Cristo (sucesores de los Templarios) en Tomar, para luego pasar la noche en el antiguo poblado de Ourém.

Mantengan la sintonía!

Enlaces interesantes:

 http://www.santuario-fatima.pt/portal/index.php?lang=ES
http://www.santuario-fatima.pt/capelinha.html  (directo desde la Capelinha)
https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/F%C3%A1tima_%28Portugal%29
https://secure.wikimedia.org/wikipedia/en/wiki/L%C3%BAcia_Santos
https://secure.wikimedia.org/wikipedia/en/wiki/F%C3%A1tima,_Portugal


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2 comentarios:

  1. Como siempre, un placer tus relatos y fotos. Gracias!!!!!! Me conmovió mucho esto de Fátima, ya que lo asocio a mi Fe de chiquita, cuando esta historia me llegó al alma. Un abrazo. Mec

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  2. De todo lo que hasta ahora mandaste de Portugal, lo que más me gustó es lo de Fátima, cuya historia no tenía tan clara, y las fotos de la fantástica iglesia. También el relato de la noche de fados y la comida, salvada por el port del final. Muy, muy bueno! Un gran abrazo,
    Fernando

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