#bath
#uk #inglaterra
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revisado y actualizado 2/2018
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revised and updated 2/2018
Junio
2011
Siguiendo nuestro recorrido por #Bath, pasamos ahora por los Assembly Rooms (salas de reunión,1770, también de Wood), poco imaginativo nombre para un edificio que concentraba salas de recepción donde la gente podía reunirse para bailar, jugar a las cartas, tomar té y, sobre todo, ver y ser visto, y enterarse de los últimos chismes.
Tuvo mucho éxito en su tiempo, pero al fin tuvo que ceder frente a la competencia de los salones de los grandes hoteles de lujo que comenzaron a aparecer.
Vemos
una litera, o sedan
chair. Fueron muy
usadas en Bath en esa época, pues permitían sortear fácilmente
cualquier obstáculo en las calles, y además eran más que door
to door ya
que una persona podía subirse dentro de su casa y descender dentro
de su destino, sea los baños, las salas de juego o la casa de una
amiga...
Dos robustos portadores la llevaban, y de noche se agregaba un tercero, generalmente un muchacho, que precedía con una antorcha.
Usadas en Londres luego del gran incendio por el estado lamentable de las calles, su uso se propagó entre las clases altas en otras grandes ciudades.
Había paradas, y tarifas tal cual hoy los taxis...
Hasta la expresión cheerio!, que hoy se usa como despedida, tiene su origen en el grito chair-ho! con que se llamaba a los silleros.
Con
el tiempo su uso fue decayendo y comenzó la moda de las sillas con
ruedas... alguien empujaba, y quien era llevado comandaba el timón!
Los
Assembly Rooms, como toda la ciudad de Bath, sufrieron los bombardeos
de la Segunda Guerra, y hoy están perfectamente restaurados salvo
los espectaculares candelabros de cristal, que son los originales y habían sido protegidos al comenzar la guerra.
Quienes lo han visitado aseguran que es muy interesante. Y según dicen los guías, generalmente las damas lo prefieren, mientras sus parejas van al Bath at Work.
***
Nosotros
preferimos seguir nuestro recorrido y ver el modesto pero muy
interesante Museum
of Bath at Work (museo
del Bath que trabaja), un nombre no demasiado exacto, ya que, aunque
transmite bien la idea de que Bath no sólo era baños y turismo, se
trata mayormente del taller y oficinas de una pequeña empresa
metalmecánica de fines del S19.
Incluye elementos de la fábrica de gaseosas de un tal Mr. Bowler, como máquinas para lavar botellas y otras para embotellar los líquidos, muchas inventadas por él; un automóvil Horstmann modelo 1914 fabricado en Bath (la empresa aún existe, aunque se dedica a mecanismos de control); un curioso motor a gas de cilindro de doble acción y seis tiempos inventado aquí; una exhibición sobre la extracción de la piedra de Bath y un montón de cosas más.
La muy informativa audioguía contribuye a dar vida al conjunto.
De
allí seguimos viaje, bajo un chaparrón, hacia el Jane
Austen Centre,
dado que mi socia es fan de
la famosa escritora, que visitó la ciudad y vivió aquí unos
cuantos años, y la eligió como el ambiente donde transcurre parte
de su novela Northanger
Abbey.
Se
recorre en poco tiempo.hay una introducción a cargo de actores-guías
e informativos carteles, y se exhiben objetos relacionados con la
escritora, sus personajes, y sus novelas.
Para los que gusten de esta prosa, una de las cumbres de la literatura inglesa, popularizada por excelentes películas como Sense and Sensibility o Pride and Prejudice, se trata de una parada obligatoria.
Además,
los visitantes tienen la posibilidad de tomar el té con Mr. Darcy en
el coqueto Regency
Tea Room del
tercer piso, donde hicimos un almuerzo-té con todos los elementos
reglamentarios: sandwiches, scones, torta... y té a discreción.
(Esto se llama un afternoon
tea.
Té y unos scones con crema y mermelada: Cream Tea. Y High tea, cuando es más tarde y con más enfasis en los saladitos)
Para
completar la visita y hacerla memorable, resultó que el amigo Darcy
nos invitó a la exquisita merienda... en efecto, nunca recibí el
cargo en mi tarjeta de crédito!
Con
el corazón y el estómago contentos, nos vamos ahora para la Abadía
de Bath (ca.
1500), que ya no es catedral porque el obispo se mudó, hace unos
cuantos siglos, a Wells.
En
exquisito estilo perpendicular, cuenta con un techo de bóvedas con
soporte en abanico obra de William Vertue, el mismo de la
Abadía de Westminster.
Los vitrales son abundantes, dando origen al sobrenombre de 'la farola del Oeste' para esta iglesia.
Muy bonita, me emocionaron especialmente dos cosas aparentemente menores:
un
mantel cubre-altar con una representación muy moderna del Agua de
Vida, (arriba) y una talla de madera donde vemos ángeles
tocando instrumentos musicales.
Quién dijo que el Paraíso era aburrido?
***
Vamos
ahora para el leit-motif de esta ciudad...
los Baños.
Las ruinas romanas (uno de los baños mejor conservados en el mundo), el museo adjunto, y las edificaciones sucesivas que han aprovechado la base romana constituyen un conjunto imperdible.
Con
la ayuda de una muy buena audio-guide vamos
recorriendo los distintos sectores del museo.
Me impactaron los modelos del conjunto en tiempos romanos; la cabeza en bronce dorado de Sulis Minerva, que solía coronar un cuerpo ad-hoc frente a un caldero con fuego (casi) perpetuo en el sancta-sanctorum del templo donde sólo podían entrar los sacerdotes; los fragmentos del pedimento del templo, con su misteriosa cabeza; las ofrendas votivas de los peregrinos...
Pasando después a las ruinas propiamente dichas, con abundantes explicaciones acerca de los métodos constructivos romanos, la salida de agua del manantial a 46°, y la pileta central, donde hoy nadie se baña (no tomar el agua, puede estar contaminada)...
Desde un piso superior es posible admirar el conjunto de la pileta original, las construcciones georgianas y al fondo, la abadía gótica... notable yuxtaposición de épocas y estilos que producen un efecto único.
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Pasamos
finalmente al Pump Room georgiano, donde se tomaban
las aguas...
Hoy se sirven almuerzos y té... lamentablemente llegamos luego de las 17 hs, y ya no había té... (eso del té de las 5 es un invento)
Nos tuvimos que conformar con probar un vaso del agua de manantial, supuestamente saludable pero de un gusto asqueroso.
TIP:
Mucho público aquí... cuidado en verano, ir temprano a la mañana o
bien luego de las 19 a la tarde... hay romántica iluminación a gas.
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Uno
de los abundantes locales de la popular cafetería Costa nos
consuela por la pérdida del té en el Pump Room.
Continuamos nuestra recorrida por el lado del río, con muy bonitos jardines y un interesante puente cubierto: el Pulteney Bridge, con pequeñas tiendas tipo Ponte Vecchio pero sin el aura florentina, por supuesto.
Volvemos
caminando, como siempre con lluvia y sol, a nuestro refugio...
El
centro es agradable para caminar... se destaca el Theatre
Royal Bath, excelentemente
restaurado y donde se brindan obras de primera.
Si hay tiempo, ganas y se consiguen entradas, muy recomendable... nosotros por desgracia no teníamos dos de esas tres cosas!
TIP:
En resumen, fantástico Bath... da para un día completo por lo
menos, dos si hay tiempo.
TIP:
Y en ese caso, no dejen de tomar una walking
tour de
las que organiza el Major's
Corps of Honorary Guides.
Estrictamente gratuita, no se aceptan propinas y las realizan ciudadanos orgullosos de su ciudad que desean contársela a los visitantes. No la pudimos hacer, pero tengo inmejorables referencias.
Una
linda cena (probé una cerveza local muy buena) y a descansar.
Mañana
vamos a visitar Wells... mantengan la sintonía!
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