#dinan
#bretaña
Luego de desayunar en nuestro refugio campestre, en unos minutos de auto estamos en Dinan. Una ciudad medieval muy bien conservada, y muy atractiva. Con muchos visitantes pero que no se siente un lugar solamente turístico, porque su población nativa no parece sentirlo así. Es una pequeña ciudad en funcionamiento normal, con una población permanente activa y orgullosa de su 'bretonidad'.
En el año 1000 los señores de Dinan armaron un castillo primitivo del tipo 'mota castral' o 'motte and bailey'. Estas construcciones, comunes en la época, consistían en una colina o promontorio artificial, hecho con la excavación de un foso perimetral, al que luego se le adicionaba una empalizada y una torre en lo alto de la colina o mota. Dentro del perímetro había un patio y algunas construcciones. Aprovechando la topografía del lugar, construyeron sobre una colina natural, con la ventaja de estar sobre un río, y fundaron una villorio sobre una colina a orillas del Rance.
Por la primera mitad del S11, se produce un ataque por parte del Duque de Normandía, a la sazón Guillermo, al castillo. Esta acción ha quedado documentada en el famoso tapiz de Bayeux, del que ya hemos hablado en una entrega anterior.
Wiki Commons |
Años
después, Guillermo cruza el canal de la Mancha, resuelve una
cuestión dinástica y es proclamado rey de Inglaterra y Normandía...
dando vuelta la historia y transformándose en Guillermo el
Conquistador.
El
emplazamiento de Dinan resultará estratégico para el control del
comercio por el rio Rance, y por muchos años su viejo puente será
el último hasta su desembocadura.
Durante
el S13 se construyó el castillo que ha llegado hasta nuestros días.
Durante
la época de los descubrimientos y el auge del puerto de Saint Malo,
Dinan fue un centro de producción de velas para los navíos, y otras
artesanías que le aseguraron un muy buen pasar.
Hoy
la ciudad cuenta con su industria turística, y se la ve llena de
galerías de arte y estudiantes.
En
1532 la ciudad pasa definitivamente a ser parte de Francia.
En
el S19, con el ferrocarril, las rutas fluviales pierden importancia,
y hacia 1850 se construye el nuevo viaducto que unirá ambas orillas
del Rance.
Hay
por supuesto otras ciudades interesantes en Bretaña, pero ésta
ofrece un paquete compacto de buenas experiencias viajeras.
Calles
que reunían a los distintos oficios, plazas, construcciones en
piedra o 'half timbered' (muros de entramado de madera), murallas,
una interesante basílica, un viejo puerto... todo atractivo y bien
conservado. Y repito, sin exceso de turismo.
Hay
por supuesto negocios de souvenirs, pero también otros de modas o de
antiguas artesanías que dan la pauta de que ésta es una ciudad que
sus habitantes viven como propia y sólo la prestan a los visitantes!
Un caballero lucha hace cientos de años con el mismo dragón...
TIP:
seguimos las indicaciones del GPS y llegamos a la Place du
Guesclin. Es, junto con la Place du Champ, un gran espacio
también usado como estacionamiento. Excepto los jueves entre las 8 y
las 13, ocasión en que se realiza la feria. Este evento tan típico
de las ciudades y pueblos franceses que resulta un espectáculo en sí
mismo, se realiza aquí desde hace 700 años.
Ojo
entonces los jueves, los autos dejados la noche anterior serán
retirados antes de las 8. Si te quedás a pasar la noche, consultá
en tu alojamiento cómo proceder.
También
está allí el Office de Tourisme, donde conseguiremos el
mapita para orientarnos en la ciudad. Así que independientemente del
medio de transporte en que lleguemos, es conveniente comenzar el
recorrido por aquí.
TIP:
Dinan es fácilmente visitable en un día. Un buen plan sería una
mañana recorriendo la ciudad y las murallas, luego un almuerzo,
bajar al puerto y recorrer las orillas a pie o en bicicleta,
llegando a algún pueblito cercano, o bien alquilar algún bote o
lancha para un agradable paseo por el Rance.
Comenzamos
a enhebrar algunos puntos salientes de nuestro recorrido:
1-
La Place du Guesclin.
Dedicada
a recordar al héroe local, Bertrand du Guesclin.
Bertrand
era miembro de la nobleza menor de la zona. Desde muy joven se hizo
notar por su habilidad con las armas. Soldado afortunado, o
mercenario, según se lo vea. Tuvo mucha influencia hacia el final de
la Guerra de los 100 Años, donde su novedosa táctica de guerrillas,
con ataques súbitos de pequeñas partidas de soldados profesionales,
y tierra arrasada, tuvo a los ingleses a mal traer.
Fue
todo un personaje. De fealdad legendaria, 'baja estatura y gran
corazón', como cuentan sus biografías, se batió a duelo repetidas
veces con caballeros ingleses, venciéndolos. Justamente aquí, en la
plaza vecina (Place du Champ) venció a Thomas de Canterbury, que
había tomado prisionero a su hermano al intentar éste salir del
sitio que se le estaba haciendo a su ciudad. Una modesta placa
recuerda este evento.
En
otra oportunidad, prisionero en España, consideró que el rescate
pedido por su liberación era demasiado bajo y se negó a aceptarlo,
exigiendo que fuera más alto!
Eventualmente
al servicio del Rey de Francia, cuando aún Bretaña no formaba parte
de ese reino, es nombrado Condestable (jefe militar máximo) y como
tal fue responsable de una gran parte del territorio recuperado a los
ingleses hacia el final de esa Guerra.
Cuando
el rey decide incorporar a Bretaña a su dominio, Bertrand tiene un
conflicto de conciencia. Sus amigos y parientes lo repudian, y él
finalmente devuelve su espada al rey, rehusándose a pelear contra
sus compatriotas.
Sin
embargo parece que conservó la simpatía del Rey de Francia. Murió
en 1380 mientras se encontraba en viaje hacia España, se dice que
debido a una disentería fatal. Su corazón fué sepultado en la
Basílica de St. Sauveur, aquí en Dinan. Y su cuerpo inhumado en St.
Denis, destino final de la realeza francesa, un gran honor.
Lástima
que como le sucedió a la mayor parte de las tumbas allí, la suya fue profanada
en tiempos de la Revolución.
Curiosamente
su estatua ecuestre en la plaza que lleva su nombre lo muestra
enarbolando una espada, arma que Bertrand raramente usaba pues era
más experto con la maza de guerra.
Ahora,
sigamos recorriendo la parte antigua de Dinan... no tenemos apuro, ya
que lo interesante está en la ciudad misma, en ir captando su
espíritu y los ecos de aquel pasado medieval. Preferimos ir vagando
entre las calles, mirando bien, e ir descubriendo las cosas a medida
que se presentan... miramos el plano o la guía de vez en cuando, pero no nos ceñimos a un
itinerario fijo casi nunca.
Les
comento ahora algunas atracciones principales.
2-
El Theatre des Jacobins.
Frente
a una pequeña plaza, hoy es un teatro y espacio cultural lo que en
la Edad Media fue un convento.
En
esa época, un tercio de la población de Dinan vivía en conventos.
Hoy todavía hay unos cuantos y la región de Bretaña es considerada
la más católica de Francia.
3-
La Tour de l'Horloge.
La
Torre del Reloj es el símbolo del poderío de la ciudad y de sus
mercaderes. Toda la parte histórica la rodea.
En
su interior, una escalera de 160 peldaños nos permitiría tener una
vista panorámica de la ciudad, sus murallas, el Rance y la campiña
circundante. Como es nuestra costrumbre, evitamos este castigo a
nuestras rodillas. Las necesitamos para seguir caminando!
TIP:
Pero si se animan a subir, tengan en cuenta que cada cuarto de hora
las campanas tañen... cuidado! Si les gusta trepar a torres con
campanarios, no olviden llevar tapones para los oídos!
4-
La Place des Merciers.
Me
encantan las calles y plazas que mantienen sus antiguos nombres
medievales. Vamos recorriendo calles como de la Cordonnerie
(zapatería), Ferronnerie (herrería, forja), Lainerie
(lanas, tejidos) donde se concentraban los artesanos de esas
especialidades.
La
Plaza de los Merceros es un impecable conjunto de construcciones, las
más antiguas de Dinan, con paredes de entramado de madera
originales y muy bien mantenidas.
En
la Edad Media era usual que las propiedades pagasen impuestos en
función del terreno ocupado en la planta baja. Con la natural
consecuencia de que se armaran espontáneamente recovas, dado que los
pisos altos podían avanzar sobre la calle o plaza y así ganar
metros cuadrados en la altura! Como abajo por lo general había
tiendas, la recova protegía a los potenciales compradores de la
lluvia, y a los dueños de los impuestos!
La piedra era más cara que la madera, y su uso se reservaba a construcciones 'para siempre' como iglesias, castillos y murallas.
La piedra era más cara que la madera, y su uso se reservaba a construcciones 'para siempre' como iglesias, castillos y murallas.
En los pisos superiores, madera para la estructura y los pisos. Y
también para las columnas, de acuerdo a las posibilidades
económicas.
Claro
que como los árboles no vienen en medidas estandarizadas, había que
usar lo que hubiera y de ahí que los pedestales tuvieran que ser
diferentes para compensar las alturas.
Los
techos eran generalmente de paja hasta que voraces incendios fueron
convenciendo a los gobernantes de legislar (S18) para que la pizarra
o la piedra fueran obligatorias.
En
cuanto a las mercerías, todavía sigue habiendo clientes... las
artesanías tradicionales siguen vivas.
Hasta la carnicería es aquí una artesanía para la cual hay que prepararse siendo aprendiz de algún maestro... fíjense en el aviso a la derecha!
Dice textualmente:
Nous cherchons un jeune pour contrat d'apprentice.
Pour renseignements s'adresser ici.
Formation assuré par Manu, titulaire de BP boucherie.
(Buscamos un joven para un contrato de aprendizaje.
Para informes dirigirse aquí.
Formación asegurada por Manu, titular de carnicería BP.)
Formación asegurada por Manu, titular de carnicería BP.)
Al
final de la plaza, la fachada en piedra de un antiguo monasterio
franciscano enfrenta al pequeño espacio de Les Cordeliers, nombre
con el que se los conocía. Hoy el solar lo ocupa un colegio
secundario.
A través de la Rue de la Lainerie pasamos a
Arteria
comercial y principal vía de comunicación en tiempos medievales, baja hasta el antiguo puerto. Tenderos de todos los ramos tenían
aquí sus negocios, para aprovechar el flujo de gente que venía
desde el pequeño puerto hacia la ciudad alta.
Muchas de las construcciones tienen ventanas a la calle cerradas con tablones que se rebatían para convertirse en mesas de exhibición de mercaderías.
Muchas de las construcciones tienen ventanas a la calle cerradas con tablones que se rebatían para convertirse en mesas de exhibición de mercaderías.
TIP:
los adoquines pueden ser resbalosos cuando están mojados.
Y
la calle es bastante empinada, volver te va a tomar el doble de
tiempo que bajar.
Más
o menos a mitad de camino, se pasa por una de las puertas de la
ciudad (Porte du Jerzual).
La
calle se transforma en la Rue du Petit Fort, y es el momento ideal
para subir a mirar el paisaje y admirar las murallas. Pero antes, un
descanso.
Entretiempo.
Es
buen momento para un almuerzo... justo encontramos una linda creperie
y hacemos honores a buenas galettes con su correspondiente bol
de sidra.
6-
Las Murallas.
Una
vez arriba, apreciamos el diseño de la fortificación, con un foso
ciego y una segunda muralla, más baja y hoy cubierta de verde.
El desarrollo de la ciudad no ha permitido que el anillo defensivo se conserve totalmente, pero ha quedado bastante. En un extremo, cerca de la plaza de Du Guesclin, se encuentra el castillo. Interesante para ver desde afuera, si hay tiempo.
El desarrollo de la ciudad no ha permitido que el anillo defensivo se conserve totalmente, pero ha quedado bastante. En un extremo, cerca de la plaza de Du Guesclin, se encuentra el castillo. Interesante para ver desde afuera, si hay tiempo.
Aunque
el antiguo puerto sobre el río fue destruído varias veces, estas
murallas nunca fueron conquistadas por la fuerza.
Caminamos
hacia ambos lados... hacia la izquierda, se pueden apreciar bonitos
jardines y casas residenciales.
7-
Torre de Santa Catalina y Jardín Inglés.
Hay una hermosa vista sobre el río, el puerto viejo y la campiña.
Y sobre el viaducto que felizmente dirige el tránsito moderno y evita que pase por el centro medieval.
Y sobre el viaducto que felizmente dirige el tránsito moderno y evita que pase por el centro medieval.
Allí
mismo vemos el Jardin Anglais, lindo para hacer un picnic en
un día soleado.
TIP:
pero cuidado con el césped... las ocurrencias de perros con dueños
mal educados son una calamidad universal. Yo me enchastré una mano
al sentarme a sacar una foto de la basílica!
Hacia
1112, un señor de Dinan llamado Rivallon le Roux (el R
ojo) decide
partir a la Cruzada. Allá en tierras extrañas se batió con fiereza
y cayó prisionero. Estando en prisión, jura que si logra volver a
Dinan construirá una iglesia, en agradecimiento. Y al volver,
cumplió.
En
una pequeña colina, en esa época deshabitada, construirá la
primera etapa de este bello templo, en un estilo románico impregnado
de detalles bizantinos y elementos orientales, como unos curiosos
dromedarios en uno de los capiteles de la nave.
La
planta es asimétrica. El ingreso consta de tres portales separados
por cinco columnas. Sobre ellas planean un león y un águila,
símbolos de los evangelistas Marcos y Lucas.
Más
arriba comienza lo gótico, flamígero a partir del S15. Como
muchísimos templos, su construcción y arreglos tomaron siglos y la
mezcla de estilos es común.
Durante la Revolución, se usó como 'Templo del Ser Supremo'. Los prudentes habitantes de Dinan escondieron el mobiliario y los tesoros, que en buena medida han sido conservados. Se destacan el simple cenotafio de Du Guesclin, donde descansa su corazón, previamente en el monasterio de los Jacobinos (ver teatro más arriba) y los modernos vitraux, agregados en los años 40 del S20. Como curiosidad para nosotros, en uno de sus paneles se recuerda a San Juan Bosco, cuya obra tuvo mucha trascendencia en Argentina.
Durante la Revolución, se usó como 'Templo del Ser Supremo'. Los prudentes habitantes de Dinan escondieron el mobiliario y los tesoros, que en buena medida han sido conservados. Se destacan el simple cenotafio de Du Guesclin, donde descansa su corazón, previamente en el monasterio de los Jacobinos (ver teatro más arriba) y los modernos vitraux, agregados en los años 40 del S20. Como curiosidad para nosotros, en uno de sus paneles se recuerda a San Juan Bosco, cuya obra tuvo mucha trascendencia en Argentina.
9-
El viejo puerto.
Cuando
este núcleo de Dinan era ocupado y destruído (ocurrió varias
veces) por vecinos irascibles, sus habitantes huían hacia la ciudad
amurallada hasta que la situación mejorara.
Lo
último que vemos antes de llegar a la orilla del rio es una
tentadora confitería, donde nos tentamos con una típica kouign
amann y un buen café.
Esta zona es muy agradable, a orillas del río hay restaurantes y cafés, y luego galpones donde se guardan distintos tipos de barcos, lanchas y kayaks, para alquiler o uso privado. Lindo lugar para tomar algo o cenar.
De
aquí parten senderos que seguirán el río hacia el norte y sur.
Si
tenemos tiempo, podremos hacer unos kilómetros a pie o en bicicleta
por las orillas, o bien tomar botes colectivos que parten desde aquí.
Hay incluso un excursión que va hasta Saint Malo. Para una familia o
un pequeño grupo, la opción náutica puede ser el alquiler de una
pequeña lancha a motor.
TIP:
detalles sobre las posibilidades de excursión por el Rance pueden
conseguirse en el Office de Tourisme.
Nosotros
nos decidimos por ir a pie hasta
10-
El pequeño pueblo de Léhon.
Calles
adoquinadas, casas con flores, lindos bares y restaurantes donde
descansar. Todo al final de un sendero a orillas del plácido rio...
pero, ay! El hombre dispone y la naturaleza dispone.
Cuando
estamos por la mitad del camino (peatonal, es un antiguo camino de sirga), nos enteramos que lo acaban de
cortar debido a un derrumbe! Así que, con la cabeza gacha, nos
volvemos nuevamente al puerto...
Unas
vueltas más por el puerto y la ciudad, para captar las últimas
fotos, y a volver a nuestro refugio campestre.
Ha
sido un día pleno, con nubes y sol, con una inmersión en la Edad
Media y experiencias de gratronomía bretona.
Ya
les dije que nos encantó Dinan? En la próxima entrega, nuestra última parada en Bretaña... la ciudad de Fougères.
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