En Frutillar amanece lluvioso y así se quedará todo el día. Bajamos a consumir nuestro pantagruélico desayuno alemán de cada día. Saludamos al Maestro, que está en la mesa de al lado y retribuye gentilmente. (Ya hemos informado acerca de la discusión que estaba teniendo y sus probables motivos). La kuchen hoy es de ciruela, deliciosa.
Terminamos de decidirnos. Con este tiempo, y con el pronóstico para los próximos días, no vale la pena seguir quedándose aquí, pues a lo sumo, estará como hasta ahora. Lo comunicamos a la encargada (que no es la dueña, que declina ocuparse de estas cuestiones terrenales) que nos iremos antes de lo planeado. No hay problema, ya están resignados a que la temporada haya sido un fracaso.
Con los adecuados nutrientes en nuestro interior, tomamos la autopista hacia Puerto Montt, excelente... lástima que al llegar, el camino al centro es como un embudo donde el embotellamiento es fenomenal.
Tomamos primero por la costanera para el sur, para el lado de Pelluco. Pero llueve bastante, y no vemos nada.
Damos varias vueltas por el centro
Puerto Montt, Chile. © Enrique F. Ivern 2010 |
pero todo parece sin mucho encanto, con la excepción de la iglesia de los Jesuítas, y el cielo plomizo no ayuda.
Enfilamos entonces hacia Angelmó, el tradicional mercado de pescados, mariscos y verduras, con su adicional de puestos de artesanías, mayormente chilotas, que siempre es atractivo.
El tránsito ya es dantesco. Damos unas vueltas por el interior del predio y ya saliendo, se desocupa un lugar. Acude presto el 'trapito' oficializado y nos comunica la tarifa vigente: unos 4 U$ la hora...(todavía lejos del cobrado para un partido de River).
Puerto Montt, Chile. © Enrique F. Ivern 2010 |
A pocos metros hay un baño público pago, bastante aceptable, no desesperar...
Puerto Montt, Chile. © Enrique F. Ivern 2010 |
Siempre fotogénicos los barcos en el canal de Tenglos...
Puerto Montt, Chile. © Enrique F. Ivern 2010 |
En algunos se aprecian las mangueras plásticas amarillas, y el compresor de aire, que usan los pescadores para respirar cuando bucean para recojer mariscos.
Pescados y mariscos son lo principal del mercado, y se venden frescos, cocinados, en frascos, congelados, envueltos al vacío... un kg de salmón fresco, aprox. 20 pesos.
Puerto Montt, Chile. © Enrique F. Ivern 2010 |
Puerto Montt, Chile. © Enrique F. Ivern 2010 |
Puerto Montt, Chile. © Enrique F. Ivern 2010 |
También hay lugar para las verduras, que lucen hermosas.
Puerto Montt, Chile. © Enrique F. Ivern 2010 |
Capítulo aparte para las cocinerías.
Puerto Montt, Chile. © Enrique F. Ivern 2010 |
Micro restaurantes, ofrecen pescados, mariscos o curanto (en olla), en pequeños locales de cuatro o cinco mesas. Lo mismo que el mercado, que cuenta con una nueva construcción de madera, las cocinerías parecen haber evolucionado un poco con respecto a unos años atrás. Son más confortables para los comensales, y más luminosas. Eso sí, la cocción se sigue haciendo afuera de los locales.
Muy pintoresco, pero no nos animamos y preferimos un restaurante afuera.
Salimos a la lluvia, y paseamos brevemente por el sector artesanías.
Puerto Montt, Chile. © Enrique F. Ivern 2010 |
Poco que valga la pena remarcar. Dicen que en las verdaderas artesanías chilotas se consiguen en otro lado, puesto que lo que traen aquí es por encargo y según el gusto de los vendedores... vaya a saber quienes les hacen la investigación de mercado. Vender, parece que venden. Vemos mucha gente comprando y luciendo gorritos de lana, por el frío... parecen turistas del norte que vienieron de vacaciones a la playa, y se encontraron con este clima... luego veríamos algo parecido en Bariloche.
Completamos la excursión con una visita a 'La Más Fina Marisquería del Sur'... no sé si será cierto, pero resultó muy buena. Probamos ostiones a la parmesana, centolla Thermidor, y chupe de jaivas (cangrejo), especie de pastel sin corteza, servido en cazuela, con la carne de cangrejo bien abundante y picadita... una exquisitez... y algo de blanco para bajar.
Mientras tanto, afuera sigue lloviendo, finamente pero casi horizontal por el viento.
Puerto Montt, Chile. © Enrique F. Ivern 2010 |
Retornamos a nuestra base en Frutillar, y hacemos tiempo en la habitación leyendo... hay que esperar que baje el almuerzo antes de intentar salir a cenar. En algún cuarto, alguien, quizá el mismo Maestro o su mujer, toca en el violín melodías populares.
Ya viene nuestra segunda visita a Puerto Montt! Mantengan la sintonía!
Un solo tema me llamó la atención y es que haya baños con público pago.
ResponderEliminarCultura curiosa la chilena....
Tanto público como pago funcionan en este caso como adjetivos aplicados al sustantivo baños...lo que hace una coma, no?
ResponderEliminarNi pensar las colas que habría en ese caso...