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revisado y actualizado 3/2018
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In memoriam Elsa
Enero 2009
In memoriam Elsa
Enero 2009
Dijimos anteriormente que una de las razones para llegar hasta Los
Antiguos era salir luego hacia Chile para dar una vuelta por la
región de Aysén. Así que ese será nuestro programa en los
próximos días.
Aclaremos
que será sólo una escapada, la región daría para mucho más! Pero el tiempo es tirano...
Salimos
con toda tranquilidad, enfilando hacia el Paso Río
Jeinimeni, como a las 11 de la mattina, sin apuro.
Claro
que no pensamos que pasar las aduanas iba a ser algo tan complicado.
***
De
este lado, simplemente burocrático y despelotado, pero del lado de
nuestros hermanos nos revisaron absolutamente todo lo que
llevábamos: valijas, bolsas de dormir, bolsos.... hasta los saquitos
de té envasados eran inspeccionados con consulta al supervisor y
todo.
Control
fitosanitario, pero en serio y con saña. Finalmente los muchachos
(por otro lado muy correctos) encontraron lo que buscaban: una
bolsita con 3 (tres) ciruelas pasas que no habíamos terminado.
Ceremoniosamente
nos preguntaron si queríamos consumirlas in situ.
Como
les dijimos que no, nos invitaron a presenciar el acto de destrucción
de la peligrosa mercadería... declinamos y finalmente pudimos irnos.
Ufff...
Experiencia
que da bronca por el tiempo perdido pero envidia cuando la comparamos
con el dolce far niente de este lado.
***
Una
vez cruzada la frontera, pasamos por el poblado de Chile Chico y
avanzamos hacia el Oeste por un tramo de carretera relativamente
nuevo hacia nuestro destino: unas cabañas en Puerto Guadal, al final
del Lago General Carrera.
En
su extremo Este, se trata de nuestro ya conocido Lago Buenos Aires.
***
***
Su nombre en el idioma tehuelche originario era
Chelenko, o Lago de las Tempestades.
Con
1850 km2 de superficie total, tomado en su conjunto es el lago
natural más grande de la Patagonia.
***
***
A
propósito, nada me parece más desatinado que darle dos nombres a
cada lago compartido por dos países!
Estamos
en la región de Aysén. La carretera tiene tramos buenos, regulares
y malos. En fin, típicamente patagónico, se hacen 100 km en unas
tres horas.
Nuestro
afán de conocer todo nos jugó un par de malas pasadas: en el primer
lugar en que nos salimos de la ruta 12 km para ver la vista del lago, el
camino terminaba en un camping y allí no nos dejaron pasar sin pagar
la entrada que era, para los dos, de alrededor de 3 pesos arg., pero,
claro, sólo se podía pagar en chilenos, y no hubo caso de
convencerlos de que era para mirar nomás... vuelta a hacer los 13 km
hasta la vía principal.
El
segundo desvío nos llevó a Fachinal, un pequeñísimo caserío a
orillas del lago. Queríamos ver el punto de mayor estrechamiento del
lago. Llegamos finalmente a un poblado que parecía fantasma, no
había absolutamente nadie a quien preguntar nada, infinidad de
caminos iban quién sabe a donde, cuestión que nos volvimos.
Aquí fue el baile... el segundo susto del periplo.
Aquí fue el baile... el segundo susto del periplo.
Al subir una cuesta en curva, el camino está muy cubierto por piedritas... las ruedas pierden tracción y el auto empieza a clavarse... antes de ésto paro y bajo marcha atrás por la cuesta, para intentar subir a mayor velocidad.
Cinco
veces tuve que intentar esta maniobra, por fin el fiel Polo pudo
superar la cuesta, quedando con algunas cicatrices: al costado de la
ruta había espinos que lo rayaron feo!
Después de ésto el equipo se puso de acuerdo en no efectuar más desvíos hasta llegar a destino, por si las moscas.
El
camino es de una singular belleza, de cornisa y en zonas de una sola
mano.
El lago de hermoso color turquesa contrasta con la asperza del camino.
Gradualmente, las zonas esteparias van dejando lugar al bosque andino patagónico.
El lago de hermoso color turquesa contrasta con la asperza del camino.
Gradualmente, las zonas esteparias van dejando lugar al bosque andino patagónico.
Finalmente llegamos a nuestro destino, unas magníficas cabañas muy cerca del minúsculo poblado de Puerto Guadal ('La Perla del Lago Carrera', dice su página web).
Nuestro
alojamiento se llama 'El mirador de Guadal' (lcon las toallas más
gordas que hemos tenido en todo el viaje), cómoda cabaña, muy buen
comedor, gente divertida e interesante...
El nombre está muy bien puesto, pues el paisaje es estremecedor, y puede verse todo el tiempo.
Este lugar consiste en un predio bastante grande, con algunas cabañas bien espaciadas de las demás y con muy buena vista, y parecería tener planes de ser algo más ambiciosos. (*)
Por el momento, hay una playita con embarcadero, un salón comedor con una hermosa vista, y mucho paisaje.Pero, repito, el ingrediente principal son las vistas al lago y la cordillera... desde las mismas cabañas.
Nos podemos imaginar, allá lejos y arriba, nieve y glaciares...
Hablamos mucho con el dueño, ecologista y decidido opositor de las planeadas hidroelécticas en el sur chileno.
Así como en Argentina hay muchas pintadas y carteles contra las minas (las de extracción de metales) aquí reservan su furia para las represas hidroeléctricas... pero ésto se los comento la próxima vez.
(*)
En este momento veo en su web que hay más cabañas de varios tipos.
Me alegra que hayan prosperado!
Enlaces
útiles:
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