Febrero
28, 2007.
Salimos de Los Antiguos. Pavimento bueno hasta la Ruta 40, donde doblamos hacia el norte. (más abajo, el servicial mapita)
Aquí
sí que se pone interesante. Ripio, puro y duro. Piedras angulosas y
huellones hacen más entretenida la conducción.
A
veces nos cambiamos de mano porque siempre uno tiene la sensación de
que la otra es más lisita y por eso vamos a ir más rápido y
tranquilos... es como el césped del vecino, que siempre parece más
verde.
***
Justamente
esto de cambiar de mano es una trampa que nos tiende el ripio si
queremos ir rápido: como hay que cruzar de una huella a otra, las
elevaciones están más sueltas y allí se puede perder el control.
Ya
en El Chaltén habíamos encontrado una pareja de italianos que
estaban pretendiendo 'hacer' la 40 de punta a punta en 20 días.
No
es que no se pueda hacer. Pero de esa manera es poco lo que se puede
'ver'. Parece que la cuestión era poner el tilde y poder contarlo. Más
que viaje, una hazaña deportiva.
La
cosa es que en algún lugar de Santa Cruz, al intentar cruzarse de
mano, habían resbalado. No volcaron, pero su auto alquilado se les
puso de costado y rompieron tres cubiertas! Y claro, perdieron como
dos días antes de poder retomar el camino. Y casi no pueden
contarlo!
TIP:
más que consejo, es ruego encarecido: circulá DESPACIO por el
ripio. De paso, apreciás mejor la inmensidad de la Patagonia!
***
Ya
habiendo cruzado el paralelo 46, tenemos ocasión de devolver un poco
de la solidaridad rutera que se encuentra a menudo por estas
latitudes. Ya mencionamos varias ocasiones donde me han empujado o
remolcado para que el Polo pudiera arrancar con tiempo gélido.
Ahora
nos toca a nosotros.
Al
costado de la ruta, una pareja bastante madura nos hace señas.
Paramos, el hombre nos explica que alguna piedra debe haberlo dañado
el filtro de nafta o algún cañito y se ha quedado sin una gota.
(sí, algunos autos están diseñados para pavimento)...
Subimos
a la señora... su marido se quedará de guardia en el auto hasta que
ella regrese con un mecánico, una grúa o lo que pueda encontrar en
Río Mayo.
Con
los kilómetros, la señora se va calmando un poco y conversamos de
los temas comunes a los viajeros: la ruta, la inmensidad, el viento,
los paisajes... también nos cuenta de su familia, nietos, etc. Eran
de Bahía Blanca, recuerdo.
Finalmente
la dejamos en un taller y vamos hacia nuestro alojamiento. Con la satisfacción del deber solidario cumplido... en una
pequeñísima parte hemos podido contribuír al clima especial que se
siente en la Patagonia en general y en la Ruta 40 en particular.
Esperemos que el pobre señor no haya tenido que esperar demasiado...
TIP
y moraleja; algunos autos ya tienen un chapón que proteje el carter
y otros elementos del motor. Si el tuyo no lo posee, tratá de
hacerlo colocar si tu ruta va a incluír ripio. Es una buena
precaución.
Río
Mayo es una ciudad eminentemente agropecuaria, con preponderancia
de la ganadería ovina, en el sudoeste de Chubut.
El
clima es seco, ventoso, estepario... con inviernos rigurosos. Verano
max 30° C, invierno min -20° C.
Es
sede de la Fiesta Nacional de la Esquila, que celebran durante el mes
de enero.
***
Si
bien hay un río Mayo, el nombre del río, de un cerro y de la población no provienen del Día de la Patria sino que son un
homenaje a don Gregorio Mayo.
Agricultor,
colono y político, fue ayudante del coronel fontana y primer Intendente de Rawson, la capital de
la Gobernación de Chubut.
***
Otro poquito de historia
Los
colonos galeses de Madryn, Gaiman, Dolavon, sabían por sus amigos
tehuelches que más al Oeste había montañas, nieve y suaves y
verdes valles.
Así
que propusieron al gobernador del Territorio, el coronel Luis
Jorge Fontana, hacer una exploración hacia la cordillera del
oeste, para reconocer las posibilidades de colonización.
También
el proyecto parecía estar en la mira del gobierno nacional. Corría
el año 1884. Ese año se promulgó la ley de Territorios Nacionales,
que luego se transformarían en las actuales provincias.
Y Fontana
fue nombrado primer gobernador del nuevo Territorio del Chubut.
Este
Fontana fue un personaje singular. Naturalista (había estudiado
junto al alemán Burmeister), explorador, geógrafo, escritor,
militar, guardiamarina, fundador de la ciudad de Formosa... se
retiró finalmente a San Juan y fue político y legislador
provincial.
La
cuestión es que se armó un contingente de 30 personas, que incluía
7 argentinos (incluyendo a Gregorio Mayo, como oficial ayudante de
Fontana), 2 alemanes,un norteamericano, 19 galeses, todos comandados
por el propio Fontana.
Como
baqueano de la expedición, viajó el casi legendario John Daniel
Evans, que ya conocía la zona (el mismo de la famosa aventura que
casi le cuesta la vida y donde fue salvado por su heroico caballo
Malacara, del cual algún día hablaremos).
Con
armas, víveres y 300 caballos, partieron de Rawson rumbo a la
cordillera y a la historia. No se sabe quien les dio el nombre, pero
desde ese momento se los conoció como los 'Rifleros de Fontana'
Luego
de un mes de ardua travesía, llegaron a un 'Valle Encantador',
(luego rebautizado por Fontana 'Valle 16 de Octubre', en homenaje a
la fecha de sanción de la Ley de Territorios).
Posteriormente,
el Gobierno Nacional premió, con gran visión estratégica, a estos
hombres con una legua cuadrada de terreno en ese valle.
Lo
que dio origen a comunidades agrícolas que a su vez gestarían las
ciudades de Esquel y Trevelin.
***
Lo
que me parece muy lindo en esta historia es que desde los años 60 se
han efectuado en varias oportunidades cabalgatas conmemorativas,
organizadas con mucho entusiasmo por un grupo que desde 1999 se llama
'Los Rifleros del Chubut' y del cual participan muchos descendientes
de los rifleros originales, vestidos de época.
Foto Alberto Williams |
A
veces salen desde el mismo Valle y llegan al montículo donde se lo
avistó por primera vez, y en 2005 se jineteó desde Rawson, tal cual
la expedición original.
Hermoso
gesto, no?
***
Rebobinemos...
dejamos a la señora y nos vamos a buscar nuestro alojamiento, una
estancia a unos 3 km del pueblo.
Don
José (de la familia Mazquiarán) es un establecimiento de ganadería ovina que combina esta
tradicional actividad con nuevas experiencias productivas como
criaderos de guanacos y choiques, donde se experimenta con técnicas
de domesticación (ellos lo llaman 'manejo adaptativo') de estas
especies.
Por
otra parte, con la esquila diferencial del guanaco (la parte de la
panza, que tiene fibras mucho más finas) se obtienen fibras que
luego se hilan y tejen en la zona, obteniéndose hermosos (y
carísimos) productos de muy buen gusto, mayormente para exportación.
A este emprendimiento lo llaman 'Proyecto Guenguel'.
(la mejor fibra de guanaco puede alcanzar los 13 micrones, compitiendo favorablemente con las 'fibras preciosas' de animales como el quiviut, la alpaca o el camello)
(la mejor fibra de guanaco puede alcanzar los 13 micrones, compitiendo favorablemente con las 'fibras preciosas' de animales como el quiviut, la alpaca o el camello)
Guenguel
es una palabra aónikenk (tehuelche) que significa 'panza blanca', en
referencia al guanaco.
También
ofrecen 'turismo agropecuario' y tienen comodidades (cabañas y
dormitorios extras en la casa principal). Para gente que quiera
quedarse varios días, hay actividades como cabalgatas, safaris
fotográficos, etc.
Como
ya estamos en el fin de la temporada patagónica, no hay otros
huéspedes y nos asignan una cabaña enorme. Sencilla y grata
decoración y buena calefacción... qué más se puede pedir.
En lo que resta de la tarde visitamos los criaderos y recibimos las explicaciones que Luis, el encargado, nos brinda. Todo muy interesante, esperemos que emprendimientos como estos prosperen y se abran nuevas fuentes de trabajo para toda la zona patagónica.
Pudimos
preguntar lo que quisimos, aprovechando que éramos los únicos
huéspedes.
Más tarde pedimos
ver los productos que elaboran con la finísima lana de guanaco, ('rebajada', por su costo, con merino extrafino) que
tienen expuestos en vitrinas en un sector del living...
Son tejidos increíblemente suaves. Parecen de seda. Y los diseños, con motivos autóctonos, realmente muy bonitos.
Son tejidos increíblemente suaves. Parecen de seda. Y los diseños, con motivos autóctonos, realmente muy bonitos.
Los
precios, claro, muy fuera de nuestro alcance... trabajan
mayormente para exportación.
***
El viejo galpón renovado es un espacio para socializar... somos hoy los únicos aquí, así que socializamos en la casa.
Un
buen descanso en la cabaña... al día siguiente un suculento
desayuno nos esperaba, con un poco más de charla.
***
Es
hora de partir... anoche, precavidamente, dejé el Polito en una
pequeña inclinación frente a la cabaña. Por suerte la mañana no
estaba tan fría y pude arrancar con facilidad.
Mañana seguimos hasta Colonia Sarmiento, también en Chubut.
***
Algunos
enlaces interesantes por si te interesa ampliar:
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