Dejamos
con pesar nuestra mesa en el Martinho, cruzamos el Arco do
Triunfo y vamos recorriendo la Rua Augusta, y cambiando de
calle, cuadriculando... es fácil deambular en una cuadrícula porque
uno siempre sabe por donde vino... además muchas veces hay en Lisboa
alguna referencia en lo alto... el castillo... la catedral...
Ya dijimos que las estructuras trataban de ser antisísmicas, para lo cual se clavaron pilotes cruzando la napa freática, y las paredes exteriores tienen un entramado en forma de X que las hace más sólidas. Hay pozos en las manzanas para combatir incendios... y las medianeras son más altas que los tejados, para disminuír el efecto de los incendios.
Ya dijimos que las estructuras trataban de ser antisísmicas, para lo cual se clavaron pilotes cruzando la napa freática, y las paredes exteriores tienen un entramado en forma de X que las hace más sólidas. Hay pozos en las manzanas para combatir incendios... y las medianeras son más altas que los tejados, para disminuír el efecto de los incendios.
Muchos
turistas, muchos estudiantes (están comenzando las clases, y se ven
grupos de estudiantes full junto con caloiros
(principiantes), oficinistas que salen a almorzar. En la Rua dos
Douradores trabajaba el heterónimo de Pessoa, Bernardo
Soares... hay muchas referencias a estas calles en el Libro do
Desassosiego. Y muchos negocios de esos que en otras ciudades no se ven más...
1965... un espectáculo común es ver soldados por las calles, con sus característicos uniformes camuflados, boina bordó y colitas... debido a las guerras coloniales africanas, aquí el servicio militar dura tres años...
Hoy,
no son muchos pero igual nos llaman la atención... hoy, la milicia
es mixta.
Así, paseando, sin darnos cuenta llegamos al Rossio, antiguo terreno comunitario, donde hay hoy dos plazas: la de don Pedro IV, llamada popularmente Rossio, y la Praça de Figueira. Que también forman parte de la zona baja, o Baixa.
Les
dejo una versión de A rua mais lisboeta donde Célia Leiria
le canta a su calle, que puede ser cualquiera de las calles que hemos visto.
Es muy común que el fado se ocupe de la ciudad, que casi siempre cobra así una dimensión poética, casi mágica.
Es muy común que el fado se ocupe de la ciudad, que casi siempre cobra así una dimensión poética, casi mágica.
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