domingo, 11 de diciembre de 2011

Lisboa: tan hermosa como siempre...

#lisboa  #portugal

A mis amigos ingenieros, compañeros en un inolvidable viaje.



                                              Cómo se hace? Cómo se quita 
                                              una ciudad de la piel?
                                                                                                    F. Pardo

Como les comenté al comienzo de esta serie, Lisboa fue en 1965 mi primer contacto real con Europa y un amor a primera vista. Fue para mí la belleza inesperada. 
Y había quedado un poco como una asignatura pendiente...
Rescato del baúl de los papeles que han estado durmiendo el sueño de los que 
saben que algún día será releídos, las notas que fui redactando en aquella época como base para las cartas que mandaba periódicamente a mi familia y a mi novia (que sigue siendo la misma):


"Viernes 30 de julio, 1965.

Jan Ove
A eso de las 9 de la mañana nuestro barco (RíoTunuyán, ex-Evita) entra lentamente en el puerto de Lisboa, sobre el Tajo. Desde ahí arriba la ciudad parecía interesante... no más bajando, somos recibidos en el muelle por Octavio, un estudiante de ingeniería que será guía, asesor y mentor durante nuestra breve estada aquí. Los honorarios de Octavio, y algunos agasajos posteriores, serán pagados por el Ministerio de R. E. de Portugal... les interesan las visitas de profesionales...

Nos hace pasar por la Aduana como por un tubo y nos acompaña a nuestra pensión.
Mi primera reacción, desde la ventanilla del taxi, es rotundamente favorable. 

Calles con canteros de flores, grandes avenidas, callejuelas empedradas... construcciones antiguas en tonos pastel, rosadas, azules, verdes, ocres... con sus ventanas blancas, bien pintaditas.

Luego del almuerzo una breve siesta y caminamos hasta la embajada argentina, a retirar las cartas que se seguramente se habrían ido acumulando en los doce días de navegación desde Buenos Aires..."

Casi no nos acordamos, pero en aquella época no había email y el teléfono era un lujo asiático! En cada ciudad buscábamos nuestras cartas en embajadas y consulados...

El 22 de setiembre de 2010, luego de nuestra parada en Óbidos, seguimos hacia Lisboa por autopista. Entramos en el acceso correcto sin problemas... tomamos un viaducto subterráneo y presto! Salimos a la superficie justo en la esquina de nuestro hotel, en la plaza Marqués de Pombal, fin de la Avenida da Liberdade!




"La avenida es fantástica...flores y veredas parecidas a las de Río... trocitos de piedra, negros y blancos, formando dibujos... todo muy limpio y en muy buen estado... los autos que se ven, muy modernos y raramente tocan bocina..." 

Tal cual, quizá con algún bocinazo y una infinita cantidad de vehículos!


Una vuelta a la manzana y ya nuestro León está estacionado en el hotel. Allí se quedará en los próximos días, pues en esta ciudad es casi una locura sacar el auto.

Nuestra primera habitación no fue satisfactoria, pero luego de las correspondientes protestas (de parte nuestra) y explicaciones (a cargo del servicial conserje) nos cambiaron a una excelente, con buen aire acondicionado y muy prolija.
Comemos allí mismo, un menú turístico pasable, y a descansar. Es increíble pero esta misma mañana salimos de Ourém! Qué día!


Primera vista nocturna desde nuestra ventana: tránsito en la Plaza Marqués de Pombal, y el parque Eduardo VII.











Mañana, a recorrer!

Los dejo con un 'fado canción' suave por António Zambujo, para ir entrando en la onda musical...

3 comentarios:

  1. También fue mi primer amor.
    Pero no sé si volvería. Acaso es mejor conservarla en mi memoria como la conoci

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  3. Aquello fue muy especial, estábamos muy sensilizados por el choque de culturas, de personas, de idioma, de colores. olores, sabores... por eso pienso que el impacto fue tan grande, por lo menos para mí.
    Me parece que las ciudades, como las personas, van cambiando... Algunas se las arreglan para conjugar el progreso con la fidelidad a sí mismas... éste seria un buen ejemplo.

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