lunes, 20 de febrero de 2012

Lisboa: Belém y su Torre

Belém es una visita absolutamente imperdible, aún con poco tiempo.
Comenzamos nuestro tercer día en Lisboa con el acostumbrado y suculento desayuno del hotel.


En unos minutos, el Metro nos deja en la Plaza del Comercio... desde allí, un moderno tranvía nos llevará a Belém, a unos 6 km.


Ínfima población de pescadores en los tiempos de Enrique el Navegante, fue
creciendo... en el S16 el rey Manuel ordena la construcción de una torre para defender la entrada al estuario del Tajo, y también, un monasterio que pensaba sería un buen lugar de reposo eterno para él y sus sucesores. Esto último no pudo ser... 'A mi manera' dicen que dijo.

El pueblo fue creciendo... luego del Terremoto (S18), el rey Juan y su gobierno se mudan allí a construcciones transitorias mientras se reconstruye la ciudad.
Eventualmente, se fue incorporando a Lisboa como un barrio más.

Hoy estos dos monumentos, la Torre y el Monasterio de los Jerónimos, son la cumbre del arte Manuelino en Portugal.


Hoy es sábado... se nota porque a los acostumbrados ríos de turistas, se les añaden cataratas de alfacinhas que salen a dar un paseo familiar. Los lugares de visita están colmados, pero los sitios parquizados, que son muchos y amplios, dan respiro.

***
Nos bajamos del tranvía, cruzamos la Avenida de Brasília y nos dirigimos a la Torre de Belém, cruzando un bonito parque arbolado.


Originalmente construída sobre unos peñascos en el medio del Tajo, las variaciones del curso del río debidas al Terremoto hacen que hoy esté casi unida a la costa.


Al poco tiempo de su terminación, (1519), la Torre quedó obsoleta desde el punto de vista militar. Fue usada como arsenal, cárcel, aduana, residencia de la Capitanía...

Lo que no varió con el tiempo fue la elegancia con que se mezclan la funcionalidad militar de la estructura románico-gótica, los balcones renacentistas, las almenas, las torres de guardia con reminiscencias norafricanas... 



Sobre todo esto, los elementos típicos de la decoración Manuelina: sogas, esferas armilares, escudos de la Orden de Cristo, y una bonita imagen de N. S. del Buen Suceso. 





Aunque quizá no tan refinado como el convento que veremos enfrente, el conjunto realmente nos impresiona.

La Torre era lo último que veían los marinos que se alejaban de Lisboa para 'descubrir' algún nuevo mar o continente... se llevaban grabado todo un resumen de la simbología de esa época.

Y para nosotros, significa un verdadero festín visual!


El interior se visita, aunque no hay ningún mobiliario. En uno de los pisos, si se susurra en un vértice de la sala, se escucha perfectamente en el extremo opuesto, supongo que por la conformación de las bóvedas góticas. 

Hacia afuera, hermosas vistas sobre el Tajo y otras construcciones cercanas, que ya visitaremos.



En la próxima, seguiremos caminando por Belém. Mantengan la sintonía!

Enlaces interesantes:
http://en.wikipedia.org/wiki/Bel%C3%A9m,_Lisbon
http://www.torrebelem.pt/pt/index.php?s=white&pid=1&identificador=


1 comentario:

  1. Otrosidigo: en tiempos del rey Manuel, llego a Lisboa un... rinoceronte, que causó sensación. Una talla lo recuerda en una de las torres...

    http://www.torrebelem.pt/pt/index.php?s=white&pid=181

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