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revisado y actualizado Oct/2018
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18 de setiembre, 2011.
Seguimos en Edinburgo.
Buen desayuno. Es Domingo y salimos temprano para ir a misa.
Hemos descubierto (qué útil que es Internet, no?) una parroquia aquí cerca, así que en una mañana desapacible nos acercamos.
La
misa resulta ser un poco anticuada en la liturgia, pero la
feligresía, muy variada, parece bastante cálida.
A la salida todos se tratan como viejos conocidos.
Saludando al celebrante (obispo residente) nos detecta aspecto de turistas y pregunta de dónde somos... en cuanto le decimos, continúa charlando en perfecto castellano... resultó que había estudiado en España.
A la salida todos se tratan como viejos conocidos.
Saludando al celebrante (obispo residente) nos detecta aspecto de turistas y pregunta de dónde somos... en cuanto le decimos, continúa charlando en perfecto castellano... resultó que había estudiado en España.
Luego
de este momento hispánico, nos tomamos el ómnibus hasta el centro.
Caminamos la Royal Mile (High St.) hasta el castillo, y allí nos felicitamos por haber sacado los tickets de entrada con anticipación... las filas son larguísimas.
Caminamos la Royal Mile (High St.) hasta el castillo, y allí nos felicitamos por haber sacado los tickets de entrada con anticipación... las filas son larguísimas.
Inmediatamente
antes del castillo, una gran explanada fue abierta a comienzos del
S19, especialmente para desfiles militares.
Hoy se usa para un espectáculo militar-musical, un masivo encuentro de bandas militares y otras cosas de relleno, llamado Military Tattoo, y las gradas instaladas quitan mucho la perspectiva del castillo.
Pero, negocios son negocios... Este espectáculo es bastante popular, se da en agosto pero parece que las gradas van quedando y contaminando la vista.
A la entrada nos están esperando nuestros ya viejos conocidos William Wallace (Corazón Valiente) y Robert the Bruce. (Aquí habíamos comentado la historia.)
Hoy se usa para un espectáculo militar-musical, un masivo encuentro de bandas militares y otras cosas de relleno, llamado Military Tattoo, y las gradas instaladas quitan mucho la perspectiva del castillo.
Pero, negocios son negocios... Este espectáculo es bastante popular, se da en agosto pero parece que las gradas van quedando y contaminando la vista.
A la entrada nos están esperando nuestros ya viejos conocidos William Wallace (Corazón Valiente) y Robert the Bruce. (Aquí habíamos comentado la historia.)
En
el castillo, hay gente al por mayor, y la organización no es tan
perfecta como en Windsor. Nos vamos arreglando, entrando y saliendo
en los distintos salones, eludiendo la lluvia que a veces nos
sorprende en algún patio.
La guía grabada, por la cual se cobra aparte, es muy buena y nos va llevando por las diferentes épocas del Castillo.
Nos concentramos en la parte histórica, arquitectónica y artística y pasamos de largo por los museos militares, que mayormente exaltan épocas modernas, donde los escoceses tuvieron lucida intervención en diferentes guerras.
La guía grabada, por la cual se cobra aparte, es muy buena y nos va llevando por las diferentes épocas del Castillo.
Nos concentramos en la parte histórica, arquitectónica y artística y pasamos de largo por los museos militares, que mayormente exaltan épocas modernas, donde los escoceses tuvieron lucida intervención en diferentes guerras.
Los
panoramas de la ciudad son fantásticos desde las alturas del
castillo. Como es de esperar.
Serían mejores con buen tiempo, pero según dicen los escoceses, el clima que padecen es una de las desventajas de vivir tan cerca de Inglaterra!
Serían mejores con buen tiempo, pero según dicen los escoceses, el clima que padecen es una de las desventajas de vivir tan cerca de Inglaterra!
_ Porqué en el castillo se dispara un cañonazo a la una de la tarde?
_ Para no gastar más de una bala...
***
Completada la visita, salimos nuevamente a la explanada. Realmente insólito que la tengan ocupada con los andamios del famoso Tattoo...
_ Para no gastar más de una bala...
***
Completada la visita, salimos nuevamente a la explanada. Realmente insólito que la tengan ocupada con los andamios del famoso Tattoo...
Por
ahí hay una plaquita recordando las 300 'brujas' que fueron
ejecutadas aquí, en alguna de las cacerías que hubo entre los
siglos 16 y 18.
Hay quienes dicen que Escocia es el lugar donde más 'brujas' se quemaron per capita...
Hay quienes dicen que Escocia es el lugar donde más 'brujas' se quemaron per capita...
Mas
allá, un camioncito que vende helados tiene un día brillante.
***
***
Seguimos
bajando por la Royal Mile. Hay que ir mirando las callecitas
laterales, algunas ofrecen vistas muy bonitas de las partes bajas de
la ciudad, y otras son closes con acceso a patios antiguos muy interesantes.
Pasamos por el Scotch Whisky Experience, trampa turística no recomendable salvo que no se haya podido visitar una destilería de verdad, y uno se muera de ganas de hacerlo.
(Le
dicen Malt Disney)
Aparte del festival oficial, están los extraoficiales y hasta hay uno de política, donde vienen invitados de todo el mundo y se debate sobre temas como ambiente, población, derechos...
TIP: De paso, ojo con los alojamientos porque en esa época se ponen difíciles y caros. Simple oferta y demanda.
***
Siempre
me produce un sentimiento de profunda melancolía una iglesia
desacralizada. Qué habrá sido de sus feligreses? Dónde irán
ahora, si es que van a algún lado?
***
Entre
tiendas de artículos de lana, filas de postales y recuerdos para
turistas seguimos caminando.
Visitamos la casa (edificio o tenement) Gladstone (Gladstone's Land), pequeño museo sumamente interesante, dado que la construcción se mantiene muy cuidadosamente.
Originalmente
del S16, la propiedad fue comprada por Thomas Gledstane, próspero
comerciante,
La renovó y expandió en el S17, usando la planta baja como negocio y el primer piso como su residencia, y alquilando el resto a varios inquilinos de distintas clases sociales.
Nos quedamos pensativos, observando el mobiliario, la decoración y la falta de agua... este vital elemento había que buscarlo en la calle, donde regularmente espaciados había pozos que se alimentaban desde un reservorio central en el area de la explanada del castillo.
La renovó y expandió en el S17, usando la planta baja como negocio y el primer piso como su residencia, y alquilando el resto a varios inquilinos de distintas clases sociales.
Nos quedamos pensativos, observando el mobiliario, la decoración y la falta de agua... este vital elemento había que buscarlo en la calle, donde regularmente espaciados había pozos que se alimentaban desde un reservorio central en el area de la explanada del castillo.
Al
principio, estos tenements eran de lo mejor, y estaban en la
mejor zona.
Con el tiempo, al ir albergando cada vez más gente, las condiciones de vida fueron siendo cada vez peores... simplemente no había espacio, ni agua.
Con el tiempo, al ir albergando cada vez más gente, las condiciones de vida fueron siendo cada vez peores... simplemente no había espacio, ni agua.
Llaman
la atención las vigas de madera, profusamente decoradas con motivos
florales, y las arcadas del frente, que protegían a los clientes del
negocio.
Estas arcadas eran comunes en la época pero hoy son las únicas que subsisten. En el cartel de la entrada hay un halcón dorado, en referencia a gled (por el dueño), que en gaélico significa halcón.
Estas arcadas eran comunes en la época pero hoy son las únicas que subsisten. En el cartel de la entrada hay un halcón dorado, en referencia a gled (por el dueño), que en gaélico significa halcón.
Pasamos
también por una casa donde algunos suponen que vivió John Knox.
Otros se detienen y, como yo, aprovechan para llevarse una foto de recuerdo.
Previa y merecida propina, claro.
Llega,
muy serio, luciendo su kilt, llevando una valija.
El lugar que siempre
ocupa está vacío... nadie se atreve a reemplazarlo.
Meticulosamente, desenfunda su amada gaita escocesa, la
arma...
Se
coloca en esa puerta, que lo oye desgranar sus atávicos acordes casi
todos los días... comienza el concierto.
Así seguirá durante un
par de horas...
Muchos
caminantes siguen de largo, ya acostumbrados a sus sonidos.
Otros se detienen y, como yo, aprovechan para llevarse una foto de recuerdo.
Previa y merecida propina, claro.
***
El estómago reclama. Paramos para un almuerzo agradable en el típico pub Deacon Brodie. (calidad regular, demasiado turistico, pero divertido).
Se imponen unas líneas con respecto al nombre...
El estómago reclama. Paramos para un almuerzo agradable en el típico pub Deacon Brodie. (calidad regular, demasiado turistico, pero divertido).
Se imponen unas líneas con respecto al nombre...
William
Brodie era un respetado artesano ebanista de Edinburgo, diácono
(dirigente) de la corporación correspondiente, de numerosa clientela
aristocrática y pudiente, y para coronarlo, funcionario público.
Todo
eso, de día.
De noche, parece que se dedicaba a la juerga.
Whisky, juego, mujeres...
De noche, parece que se dedicaba a la juerga.
Whisky, juego, mujeres...
Como no había dinero que le alcanzara (algunos sostienen que era por la adrenalina), comenzó a robar en las casas donde instalaba puertas o arcones, con el truco de hacer duplicados de las llaves que le confiaban.
Hasta que lo pescaron.
Descubrimiento,
fuga, apresamiento, juicio, condena y horca.
Para colmo, la horca la había construído él!
Para colmo, la horca la había construído él!
Hasta
ahí los hechos más o menos históricos.
Tiempo
después, Robert L.Stevenson, edimburgués como él, se inspiraría
en Brodie para su famosa novela 'El extraño caso de Dr. Jeckyll y
Mr. Hyde'.
***
Cruzamos el 'fin del mundo'... seguimos por Cannongate.
Cruzamos el 'fin del mundo'... seguimos por Cannongate.
Pasamos
por el Cadenheads Whisky Shop... esto no es un museo, ni se
cobra entrada.
Pero es todo un espectáculo.
Se trata de una tienda que se dedica a embotellar whiskys, y otras bebidas espirituosas, directamente de barriles de las mejores destilerías.
Están en el negocio desde 1842 así que se ve que dominan el asunto.
El conocedor seguramente disfrutará conversando con alguno de los dueños y probando un par de maltas, antes de comprarse alguna botellita.
Pero es todo un espectáculo.
Se trata de una tienda que se dedica a embotellar whiskys, y otras bebidas espirituosas, directamente de barriles de las mejores destilerías.
Están en el negocio desde 1842 así que se ve que dominan el asunto.
El conocedor seguramente disfrutará conversando con alguno de los dueños y probando un par de maltas, antes de comprarse alguna botellita.
Así
llegamos al palacio de Holyroodhouse... llueve a ratos. Le damos muy
buen uso a nuestros paraguas.
Este palacio, residencia real, fue el preferido de la realeza escocesa y luego inglesa, por su mayor comodidad y lujo.
Este palacio, residencia real, fue el preferido de la realeza escocesa y luego inglesa, por su mayor comodidad y lujo.
El
castillo del otro lado de la Royal Mile es demasiado austero y
militar...
Llegados
hasta las rejas, decidimos que no tenemos tantas ganas de ver otro
castillo/palacio, aunque también dicen que es muy buena la colección
real rotativa de pinturas.
Merodeamos un poco por
las cercanías, examinando el nuevo Parlamento escocés, edificio
moderno y por supuesto bastante polémico.
Escocia tuvo su
parlamento desde 1293. Como hemos comentado, la unión con Inglaterra
implicó su disolución, debiendo trasladarse los representantes
escoceses a Londres. En 1998 los escoceses decidieron volver a
tenerlo, además de un cierto grado de autonomía.
Se encargó al
catalán Enric Miralles el diseño de la obra.
El resultado es casi
chocante: mucha luz, muchos ángulos, mucha piedra, madera, vidrio...
El edificio busca deliberadamente apartarse de los símbolos de
poder: no hay esculturas de próceres, la entrada es a escala humana.
Las sesiones son públicas, y de hecho son un buen programa turístico
si uno tiene tiempo. (Tickets aquí). Además, son transmitidas por video a todas las
bibliotecas públicas.
Juzguen ustedes...
Volvemos caminando. En el
camino hemos tomado nota de una casa de té, Clarinda's, que
parece prometedora... ahora entramos.
Por fin una que se parece a lo que tengo en la imaginación! Aunque desde ya, estos establecimientos están abiertos todo el día y se pueden comer platos más contundentes a la hora del almuerzo.
Por fin una que se parece a lo que tengo en la imaginación! Aunque desde ya, estos establecimientos están abiertos todo el día y se pueden comer platos más contundentes a la hora del almuerzo.
Exquisitos scones y brownies, bajados con una buena tetera de té negro... aahhh!
Luego de esta restauración de tejidos, nos damos cuenta de que tanto caminar nos ha cansado. Es hora de hacer una pequeña inversión en un taxi...
A descansar un rato en nuestro BB, y luego una cena en Cassis,
muy buen bistró francés..
La zona donde estamos (Southside) está
poblada con alojamientos, y hay unos cuantos lugares para comer
recomendables.
La novedad de la noche fue esta cerveza, según dice la etiqueta 'estacionada en roble'... la verdad es que era muy rica.
Seguimos en Edinburgo? Nos vemos la próxima.
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