viernes, 27 de junio de 2014

El Museo Británico - Londres

#museobritanico

Una breve recorrida por el desván de las civilizaciones... (pero ordenado)
el British Museum (Museo Británico).


Ésta probablemente sea la mayor crónica de las culturas que han influenciado nuestra forma de ver el mundo hoy.
Nos parece estar caminando sobre una enciclopedia ilustrada.


Estamos en nuestro úlltimo día en Londres, aprovechando algunas pocas horas antes de ir al aeropuerto... pero teníamos que hacer esta visita. Aunque fuera para recorrer algunas secciones muy elegidas. Ya habíamos estado aquí en otra oportunidad, así que más o menos sabíamos qué esperar.
Los grandes museos nos marean un poco. Tanta, tanta cosa hace que la mente pretenda abarcar todo, al fin se desenfoca y todo termina siendo igual. En este punto es donde aquellos que tienen una buena cafetería son más convenientes, y nos permiten recuperarnos.
Para tener una idea más o menos completa de lo que encierra un museo de este tipo habría que pasarse varios días, quizás semanas. Por lo que conviene seleccionar previamente, con algo de información, o por lo menos una ojeada al mapa o folleto que nos den en la entrada, algunas pocas cosas, y esas sí, verlas despacio, y dejando que el misterio de los años que tienen incorporadas las piezas nos hable a nosotros, directamente.

Todo empezó con el médico, científico y coleccionista de antigüedades Sir Hans Sloane, quien a su muerte en 1753 legó su colección al Estado. Ésta fue alojada en una mansión que estaba en el mismo lugar que el museo ocupa ahora.
Éste fue creado ese mismo año por el Parlamento, y comenzó a recibir donaciones parecidas a la original, inclusive bibliotecas reales. Abrió sus puertas en 1759, siendo el primer museo nacional abierto al público en general y gratuito. Durante el S19 aumentó considerablemente sus colecciones, y ha continuado abierto desde entonces, con excepción de las dos grandes guerras del siglo pasado, por precaución.
Su nuevo edificio, en estilo neoclásico, denota su función, y se pensó especialmente para ser museo. Es un cuadrilátero de galerías, alrededor de un jardín central. Posteriormente se agregó la Gran Sala de Lectura en su centro.
También en el S19 se hizo un esfuerzo para poner las colecciones al alcance de la gente no especializada, con una adecuada catalogación, explicaciones y conferencias.


Cuenta actualmente con más de 7 millones de piezas, que no son exhibidas al mismo tiempo por falta de espacio. Recientemente las colecciones de Historia Natural fueron mudadas a su propio museo y también la famosa Biblioteca Británica fue alojada en un nuevo edificio. Quedando en su lugar la Gran Sala de Lectura, por su valor histórico y arquitectónico.

Wiki


Esta sala es un espectáculo en sí mismo. Y todavía está en uso. Aquí leyeron, tomaron notas y meditaron Marx, Oscar Wilde, Ghandi, Kipling, J. Bernard Shaw, Lenin, H. G. Wells, y tantos otros... me gusta imaginar lo que sería una discusión entre ellos, si hubieran estado allí al mismo tiempo! Aunque seguramente los habrian conminado al silencio o a mudar su plática a otra parte!

A fines del S20 y también para celebrar el Milenio, se efectuó un gran aggiornamento, por valor de 100 M libras.

El proyecto ganador fue del estudio de Norman Foster, e incluyó un espectacular techo, para cubrir el gran atrio central, con el cual se incluyó dentro del espacio del Museo un 40% más de area usable durante todo el año.

Foster and Partners

La estructura de vidrio y acero es una maravilla, mejor apreciada en una vista aerea, y consta de 3312 paneles de vidrio, no todos iguales debido a la particular forma de esta cúpula. Abajo apreciamos esto en la sombra que se proyecta sobre la cafetería.


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Comenzamos nuestra visita por este lugar. El Museo de Sherlock Holmes, el Regents Park y la caminata por Bloomsbury (ver entradas anteriores), que nos tomaron toda la mañana, nos han dejado famélicos. Nos instalamos bajo la monumental cúpula y agradecemos la oportunidad de sentarnos un rato y restaurar los tejidos.

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Con poco tiempo, nos dedicamos a deambular por las secciones orrespondientes a las culturas que más han influído en nuestra mente 'occidental y moderna'.

Por ejemplo, la de las antigüedades egipcias. Una de las más populares, tanto que no pude fotografiar la famosa Piedra de Rosetta (uno de los objetos fundacionales, ya que permitió descifrar los jeroglíficos). Siempre había tantos visitantes delante que sólo hubieran aparecido nucas en mis fotos!



O de la medialuna fértil, con tantas resonancias bíblicas...







las grecoromanas, que coincidentemente son también muy populares, de manera que estamos bastante acompañados.



Los objetos quizá más famosos de la colección, no por razones artísticas ni históricas sino por la controversia que los ha rodeado, son algunas de las esculturas que adornaban el Partenón, en Atenas, también llamados (aquí) mármoles de Elgin.

Ninguno de los grandes museos de arte o antigüedades del mundo se salva de este tipo de controversias, pues las grandes colecciones del pasado muchas veces se armaron en base a ocupaciones militares, o bien las cosas se encontraban en territorio que correspondía entonces al dueño actual, o bien fueron compradas a terceros países que hoy ni siquiera existen.
Que es el caso de estas piezas del Partenón, entregadas en su oportunidad por los gobernantes del entonces Imperio Otomano que ocupaba, ya desde el S16, Grecia. Elgin, gran admirador de la cultura griega clásica, era embajador, y solicitó permiso para llevarse algunas cositas tiradas por el suelo... que le fue concedido sin pensarlo mucho, y teniendo en cuenta el apoyo de los ingleses para repeler la invasión napoleónica en Egipto, a la sazón también parte del Imperio Otomano. Lamentablemente el Partenón, para 1801, época en que se hizo este traslado, era una ruina. Convertido en iglesia cristiana desde el 800, para lo cual se desmontaron varias esculturas, sufrió varias otras modificaciones hasta que el golpe de gracia se lo dio un cañonazo veneciano en los 1600 que hizo volar los explosivos que los dueños de casa almacenaban en su interior.
Resumiendo, los griegos quieren que se los devuelvan, los ingleses argumentan que se los dieron en buena ley, y que además las piezas están disponibles para que gentes de todo el mundo puedan verlas y estudiarlas gratuitamente. 
Para quien se interese en los detalles, en los enlaces incluídos más abajo están las posiciones de ambas partes.

Y siempre son interesantes los objetos europeos muy antiguos, como esta capa ceremonial de oro (Mold Cape), alfileres, pectorales,


este escudo de la Edad de Bronce. 
O bien este magnífico aquamanil o estos exquisitos trebejos en marfil de morsa, de la Edad Media...


Una particularidad de este Museo es que no posee una importante colección de pintura, sólo dibujos.
Si lo tuyo es la pintura, hay que rumbear para los otros Museos de Londres, muy bien surtidos por cierto.
La entrada al museo es gratuita, aunque se solicita una pequeña donación.Ya casi al fin de nuestras fuerzas, un buen té nos reconforta y nos vamos rapidito a buscar nuestras valijas.

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Finale


Corriendo llegamos al hotel.
Ya nos estaba esperando el minitaxi, que de mini no tenía nada, pues se trataba de una moderna van, con un correctísimo chofer con inglés impecable que parecía provenir del subcontinente indio.
Nos refrescamos un poco, subimos las valijas, no nos saludamos con nadie pues en ese momento el hotel parecía desierto.
En una hora y 45', tal cual lo prometido, nuestro chofer nos dejó en el aeropuerto, a pesar de la hora pico de un viernes. Propina bien ganada.
Últimas corridas, colas, y etcéteras propias de aeropuerto...

Con este ambiente anticlimático, se cierra nuestro periplo por Irlanda y Gran Bretaña...

No lo podemos creer. 
Estamos sentados, no tan cómodamente, en nuestros asientos.
En unas horas estaremos en Buenos Aires. 
De golpe, caemos en la cuenta de que ya no estamos de viaje. 
Sólo queda disfrutar, o aguantar, el vuelo.
Migraciones. 
Espera de valijas en las cintas. 
En la aduana, ni preguntan. Será por la vestimenta?

De vuelta a la vida común, que por supuesto también tiene sus encantos.
A disfrutar de la familia, procesar las fotografías, escribir estas crónicas....
Y, en su momento, a comenzar la planificación de nuestra próxima expedición: Francia.

Gracias por el aguante. En el próximo número, un pequeño resumen de este viaje, para referencia del que quiera verlo compacto.


Hasta la próxima!

Enlaces

http://odysseus.culture.gr/h/3/eh351.jsp?obj_id=2384 id. según el Ministerio Griego de Cultura
techo vidriado s/ fosterandpartners

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