Habiendo
completado nuestra visita al Castillo de Amboise, bajamos la rampa en
espiral y salimos a la calle.
Estamos
ahora en la Rue Victor Hugo y
nos dirigimos hacia la que fuera la última residencia de Leonardo da
Vinci: el Chateau de Clos-Lucé.
La
palabreja tiene resonancias peyorativas pero deriva del griego y
literalmente significa 'habita en cavernas, o agujeros'. Y se usó
para referirse a hombres que habitaban cavernas, sobre todo en los
albores de la existencia del Neardenthal y el Homo Sapiens, y más
tarde a gentes toscas o violentas.
En
esta zona originalmente eran usadas por personas de bajos recursos
que simplemente las ocupaban. Quizás trabajadores en las obras del castillo...
Tenían muchas ventajas: eran gratuitas
o casi, no había que hacerles techo, eran (y son) 'eco-friendly' pues
mantienen una temperatura ideal todo el año.
Con
el tiempo se fueron ampliando a pico y pala, con el plus que daba la
piedra extraída al usarse o venderse como material de construcción.
También se usaron (y se siguen usando) como caves para
madurar y conservar vinos y otros alimentos.
Esto
ha sucedido en casi todos los países mediterráneos.
En
Francia, se las ve en otros lugares, hasta en forma de casas-fuerte
casi inexpugnables.
Las
que estamos viendo hace rato que dejaron de ser viviendas elementales
y humildes, y por lo que se puede ver al pasar y fotografías de los
alojamientos disponibles en ellas, son cómodas y bien equipadas.
Cuentan con ventilación y hasta chimeneas al exterior.
Merecerían
ser publicadas en revistas de decoración tipo 'Cuevas y Jardines'! No les parece?
Lamentablemente,
las que vemos no se pueden visitar.
Seguimos
hasta el Clos-Lucé?
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