Tiene fama de laboriosa, oscura y severa.
Ya lo expresa la sabiduría popular:
Porto trabalha, Coimbra estuda, e Lisboa divirte-se.
Muy industrializada, mercantil, tradicionalmente celosa de sus libertades, progresista y liberal.
Y es célebre la 'rivalidad' con Lisboa, a cuyos habitantes se les dice alfacinhas (lechuguitas).
Pero tiene una belleza muy particular, que hay que descubrir caminando y recorriendo.
En los últimos años sus barrios antiguos han ido sufriendo un proceso de renovación edilicia muy interesante, pero todavía falta mucho por hacer.
En 2001 fue Capital Europea de la cultura, y de esa época son varios emprendimientos arquitectónicos impresionantes como la Casa de la Música, de la cual pronto hablaremos... y en 1996 su centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad. A caminar, entonces.
En una mañana brumosa, lo primero que vemos, al lado mismo del hotel, el la iglesia de San Ildefonso.
Se destaca netamente en esta zona comercial, pues está bien separada de otras construcciones.
Hermosa estructura barroca, fue construída en 1730. El detalle esencialmente portugués de sus azulejos, que hoy le confieren su carácter especial, fue agregado en 1932.
Aprovechamos para lavar ropa. El lavadero está ubicado dentro de una galería en la muy comercial y tradicional Rua de Santa Catarina, con sus veredas empedradas con bellas combinaciones de adoquines negros, grises y blancos, algo típico de Portugal y que veremos en muchas otras oportunidades. El oficio de colocar estos adoquines es muy antiguo y apreciado. Dejamos nuestra bolsa, a retirar mañana.
La calle en sí es un espectáculo, con numerosos comercios que han conservado su aspecto desde principios del S20. Tampoco se salvan algunas casas, de la maldición de los 'grafitti'.
Nos quedaríamos caminando sólo por esta calle por horas... pero hay que seguir.
La estrella indiscutida de Santa Catarina es sin duda el Café Majestic, impecable desde 1921.
Este establecimiento congregó desde esa fecha artístas y políticos, y ahora, turistas que no se lo quieren perder. Dicen que en una época era habitué J. K. Rowling, que vivió aquí. Sí, la de Harry Potter... antes del éxito.
Aquí se puede tomar un café, almorzar o cenar... no es barato, pero es 'el' lugar. Imperdible!
Así que descansamos un rato, admirando esta obra de arte, respirando algo del ambiente de la Belle Epoque y degustando un exquisito café portugués. Que en sí mismo también es una obra de arte!
La seguimos...
No puedo dejar de pensar en que sin las explicaciones, las fotos podrían ser de un tour nordestino de Brasil...
ResponderEliminarUno de los pelourinhos más famosos es el de Ouro Preto donde se ajustició a "Tiradentes", un dentista revolucionario que se opuso al Imperio Portugués y fue descuartizado en plaza publica (ver mas abajo la receta de tripas a la Porto) y su cabeza fue exhibida en el Pelourinho de Ouro Preto.
En el Pelourinho de Bahía se comercializaban esclavos africanos que, como todos bien sabemos, no tienen alma.
Ya vamos a hablar un poquito de los navegantes, el imperio, las riquezas, la decadencia...
ResponderEliminar