De Belém nos venimos en tranvía hasta la Plaza de los Restauradores, que conmemora el levantamiento que en 1640 comenzó a poner fin a 60 años de dominación española. Inició allí su reinado la casa de Braganza.
Durante 28 años hubo hostilidades, hasta que por fin
España reconoció la independencia portuguesa.
Hoy
es un hermoso espacio abierto, rectangular, con un obelisco
recordatorio en su centro y recubierto de calzada portuguesa. Tres
edificios sobresalen en un conjunto homogéneo y agradable:
el Palacio de Foz, hoy centro de Información Turística,
el Palacio de Foz, hoy centro de Información Turística,
el antiguo cine Edén, una maravilla art-deco de 1929, hoy transformada en apart-hotel, y un cine de los años 50 en estilo moderno que alberga un Hard Rock Cafe.
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