Lisboa: por las plazas del centro, de noche.

Como veníamos diciendo, nos bajamos del tranvía en la Plaza de los Restauradores. 

Recorrimos, ya sin apuro, la vecindad, caminando nuevamente por el Rossio y la Plaza de Figueiras. 

Vemos caer la tarde... se encienden las luces, una por una... parecen velas que se encienden en las colinas.  

Decidimos quedarnos por la zona, y comer algo por aquí.

Elegimos la Pastelaría Suiça, un establecimiento que parece de los ´50s, en Rossio, y donde también se pueden comer ricos platos. Muy agradable y razonable en precio.

Otra vuelta caminando por las plazas... disfrutamos del aire de una noche templada de setiembre.

Mucha gente por las calles, no sólo turistas. Comercios abiertos, ambiente festivo y sensación de seguridad.

Llegamos así al final de un día hermoso, con muchas emociones... parece mentira que esta mañana nomás, estábamos yendo hacia Belém!

En la próxima, nuestro cuarto día... más relajado, o por lo menos esa es la intención.

Algo de música? María Armanda canta 'Lisboa a noite'

aunque la fadista no es de mis preferidas, elijo este video por las imágenes.

Lisboa adormeceu, já se acenderam

Mil velas nos altares das colinas
Guitarras pouco a pouco emudeceram
Cerraram-se as janelas pequeninas

Lisboa forme um sono repousado
Nos braços voluptuosos do seu Tejo
Cobriu-a a colcha azul do céu estrelado
E a brisa veio, a medo, dar-lhe um beijo

Lisboa
Andou de lado em lado
Foi ver uma toirada
Depois bailou... bebeu...
Lisboa
Ouviu cantar o fado
Rompia a madrugada
Quando ela adormeceu

Lisboa não parou a noite inteira
Boémia, estouvanada, mas bairrista
Foi à sardinha assada lá na Feira
E à segunda sessão duma revista

Dali pró Bairro Alto então galgou
No céu a lua cheia refulgia
Ouviu cantar a Amália e então sonhou
Que era a saudade aquela voz que ouvia